Más de 20.000 personas se han deslizado por la tirolina de Hoz de Jaca sobre el embalse de Búbal desde que se montó hace ahora exactamente un año, según indicaron ayer fuentes de la empresa que explota la instalación.

El cable está concebido para ser utilizado por personas de todas las edades, desde niños a ancianos, lo que explica su éxito. Se trata de la primera atracción de este tipo existente en el valle de Tena y su gran aceptación ha llevado a sus responsables a planear la instalación de otra tirolina en la misma zona, esta entre el ibón de Sabocos y el pantano.

La empresa, que desarrolla distintas iniciativas turísticas en ese rincón del Pirineo, ha iniciado gestiones para obtener los permisos necesarios para el segundo cable. Así como el primero va destinado a todos los públicos, el nuevo se dirige a un usuario de perfil más deportista.