POR

ADRIANA OLIVEROS

Casa Damasco de Zaragoza acaba de celebrar 50 años y tres generaciones en la historia local. De sabores. De recuerdos de unos años en los que por no decir rojo se decía colorao . Y de unos setenta más tardanos en los que en el PSOE mandaban los damascos , o sea Triviño, García Nieto, el hoy teniente de alcalde Carlos Pérez Anadón, el actual decano de Abogados, Hernández Puértolas, el catedrático Manuel Ramírez Giménez, Agustín Velilla... Y el abogado Andrés Carnicero, piedra angular del grupo, que era el realmente asiduo a este bar de la calle San Miguel, ubicado junto a su despacho. Haciendo honor a esos tiempos, no se perdió el letrado la celebración del aniversario (pareja a la remodelación del local, que ha quedado de lo más escoscado ), y al desembarco al mando del timón de Valero Maza (nieto del fundador, Valero Maza Lobaco) y su mujer, Marga García Lacal. Fueron ambos los anfitriones de una fiesta concurrida y campechana, con sus tapitas y sus montaditos, todo un peligro para comer y pecar. Manuel Navarro, tirador oficial de La Zaragozana, se encargó de las rubias . Y el equipo local, de lo demás. Mariano Laiglesia, de Dicome, compartió charla y brindis con el también empresario Javier Melguizo, y el ingeniero Enrique Queralt. Al igual que hicieron Pablo Ferrer, de Peletería Abad, con Román Bailo, trabajador histórico de la casa; y Daniel Gimeno, de la Fundación la Caridad, con Marisa García Lacal, del Club CAI de Deporte Adaptado, y la empresaria Rosario Gómez Puyoles... No faltó el pack de gemelas Patricia y Eva María Oliveros, abogada una y procuradora la otra, que pusieron buena nota al local. Para tapear, catar y copetear.