Blanco cortó la cinta, posó, se hizo las fotos e intentó lucirse en un discurso institucional en el que no dio opción a los medios a preguntar. Y es que tanta celeridad con esta obra y el plan de austeridad anunciado hace sospechar que la N-232 podría sufrir las consecuencias de que vaya a existir ya una conexión por carretera entre el Mediterráneo y el Cantábrico con la A-21 y A-22 abiertas. No que la A-68 no se vaya a hacer sino que sea un proyecto a revisar. No obstante, el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, aseguró a este diario que "no sufrirá ninguna demora".