La tradicional recreación de La Morisma se celebró ayer en la plaza Mayor de Aínsa y, por primera vez desde su recuperación en los años 70 del pasado siglo, la representación de la batalla medieval tuvo lugar a la luz de la luna. Para ello el ayuntamiento de la localidad ha debido realizar una inversión de 25.000 euros en una potente iluminación de 80.000 vatios que permitieron seguir la evolución de las 300 personas que participan en la obra, entre actores y figurantes.

Miles de personas, alrededor de 5.000, presenciaron la recreación, en la que se revive una batalla del siglo VIII, entre moros y cristianos, que se pierde entre la realidad y la leyenda. La Morisma es interpretada por aficionados locales que se encargan asimismo del vestuario, en una tarea que moviliza cada dos años (se trata de una bienal) a la práctica totalidad de los habitantes de la capital del Sobrarbe.