El alcalde de Sádaba, Cecilio Cavero, y su homóloga pedánea de Alera, Rosario Bergüés, se reunieron con el presidente de la Comunidad Foral de Navarra, Rafael Gurrea, y el consejero de Medio Ambiente navarro, José Andrés Burguete, para expresar su malestar por los olores que emite la planta de abonos Abonlir, ubicada en el término municipal de Carcastillo (Navarra), muy próxima a Alera (Aragón). Los responsables navarros pidieron un plazo de 15 días para solucionar los problemas con la empresa, antes de que el ayuntamiento de Sádaba inicie una "batalla legal".

Esta reunión, que tuvo lugar el pasado viernes en Pamplona, sirvió para "denunciar una vez más el molesto problema de hedores que sufren sobre todo los vecinos de Alera, que se encuentra más cerca de la planta que el municipio de Sádaba", según explicó Cavero.

Así, mientras que en la localidad sadabense los olores son "soportables", según su edil, en la pedanía de Alera "son nauseabundos y, aunque no sean continuos, son tan fuertes que provocan diferentes reacciones entre los habitantes".

Los responsables municipales acudieron a las instituciones navarras ante "el silencio" del Ejecutivo aragonés. "Llevamos mucho tiempo intentando hablar con la consejería de Medio Ambiente del Gobierno Aragonés sin éxito. Por ello, tuvimos que solicitar una entrevista con los responsables forales para que nos solucionen esta cuestión", explicó Cavero. La respuesta dada por el Gobierno navarro fue "muy positiva", ya que según el edil de Sádaba "se comprometieron a entablar un diálogo con los responsables de Abonlir en el plazo de quince días para intentar llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes".

MEDIDAS LEGALES O DE FUERZA Por su parte, la edil pedánea de Alera apuntó que "están a la espera de que se cumplan los plazos de los dirigentes forales para la negociación, antes de efectuar cualquier medida de otro tipo, legal o de fuerza".

Para Cecilio Cavero, lo más importante es que "se reduzca el hedor" que origina la actividad de esta planta en la que se transforman proteínas animales tratadas y esterilizadas, y estiércoles para su conversión en abono orgánico. Si esto se consiguiera "podríamos llegar a un acuerdo, ya que no queremos que se cierre una empresa que da puestos de trabajo, pero siempre y cuando no sea perjudicial para otras personas", aseguró el edil sadabense.

Cecilio Cavero explicó que el consistorio sólo busca "la mejor solución para todos" y recordó que el municipio de Sádaba no percibe ningún beneficio por la actividad de Abonlir. No obstante, el edil de Sádaba matizó que si el municipio tuviese empleados en la fábrica continuarían igualmente las movilizaciones, "al menos mientras los olores sigan siendo tan intensos en Alera como lo son hasta ahora"