Los trabajadores de Limpiezas Industriales Nervión, la última subcontrata que quedaba en la térmica de Andorra, se concentraron este martes a las 8 de la mañana a las puertas de la central para reclamar su derecho «a una transición justa» y la «continuidad laboral» en las empresas que se encargarán de desmantelar esta instalación energética.

La negociación del ERE, que afecta 22 trabajadores de la villa minera y 26 de Compostilla (León), sigue sin avances. El lunes tuvo lugar la última reunión, en la que la empresa rechazó nuevamente las propuestas de la plantilla, que pide la máxima indemnización por los despidos. La oferta de Nervión es de 25 días por año trabajado con un límite de 13 mensualidades, algo por encima del mínimo legal. Ambas partes volverán a reunirse mañana.

El lunes fue también el último día de trabajo para estos empleados, que mantendrá sus contratos hasta el 10 de septiembre, cuando finalizada el periodo de consultas del expediente de empleo, por lo que les han sido concedidos permisos retribuidos.

Los trabajadores aseguran «que van a seguir siendo necesarias las labores y trabajos que hemos estado realizando durante décadas». Por este motivo y como medida de presión, tienen intención de presentarse en sus puestos de trabajo «como una manera de reivindicar que queremos trabajar y no indemnizaciones». «Seguimos creyendo que se debe realizar una transición ordenada, planificada y que no permita lo que hasta el momento está sucediendo, la extinción de contratos por parte de Endesa con estas contratas», recalcan.