Un niño de 9 años resultó herido ayer por la mañana por el derrumbe de un falso techo de una vivienda de la calle Manuela Sancho, en el barrio zaragozano de Las Tenerías, que tuvo que ser desalojada por el riesgo estructural que presentaba. El menor fue dado de alta la misma mañana, con lesiones leves, mientras la familia se hospedaba con unos familiares en el mismo bloque.

Los Bomberos de Zaragoza recibieron el aviso por el incidente poco antes de las 8.00 horas, y se desplazaron a la vivienda, donde comprobaron que se había desplomado un área de unos cuatro metros cuadrados de falso techo en la casa, en el número 17 de la citada calle.

Un niño, sobrino del matrimonio que vivía allí con otros tres hijos, había sido golpeado por los cascotes, y por precaución fue trasladado al Hospital Infantil, aunque en seguida fue dado de alta al no correr peligro.

Paralelamente, los bomberos revisaron el derrumbe, en una intervención que duró una media hora, y aunque el resto del techo no presentaba riesgo inminente de caída, decidieron llamar a un técnico municipal para que certificase la estabilidad del inmueble, porque había signos de peligro por encima de la zona desprendida.

INSPECCIÓN

Según informó el Ayuntamiento de Zaragoza, un técnico de Urbanismo se desplazó hasta la vivienda y confirmó que existía riesgo de hundimiento del forjado, por lo que se dictó una providencia para ejecutar obras de emergencia que garantizasen la seguridad del inmueble, a la vez que para impedir accesos incontrolados al mismo.

Como la familia que residía en la casa no podía seguir habitándola por el momento, por seguridad, fueron activados los Servicios Sociales, que enviaron dos trabajadores del centro de La Magdalena y el jefe de servicio. Pero finalmente no fue necesario que les habilitaran plaza en el albergue municipal ni en otro alojamiento municipal, porque tenían familia residiendo en el mismo edificio (todos de manera legal), en una casa que no corre peligro, y pudieron alojarse con ellos.

La casa afectada es un bajo, y los propios afectados restaban importancia ayer al derrumbe, que no pasó de un desprendimiento de escayola. Tampoco el menor sufrió lesiones de importancia, apenas un rasguño, explicaron los familiares, pese a que fue llevado al hospital por precaución, para descartar males mayores.

Aun así, ante la estabilidad comprometida del inmueble, los vecinos no podrán volver a la casa hasta que no se asegure que es segura y no corre ningún riesgo de colapso.

Esta fue la única intervención por derrumbe que tuvieron que realizar ayer los Bomberos de Zaragoza, junto a un pequeño saneado de fachada en la calle Santa Inés, ya por la tarde. Pese al chaparrón, desigualmente repartido por los distintos barrios de la ciudad, apenas registraron llamadas relacionadas con la tormenta, ni para achiques de agua ni por caída de árboles u otras incidencias frecuentes en estos episodios.