Tras quince largos años plagados de interrupciones, modificaciones y problemas burocráticos, la remodelación del Tubo de Zaragoza ya tiene fachada y en junio abrirá sus puertas. La capital aragonesa contará con otra plaza pública descubierta, de unos 1.200 metros cuadrados, en el interior del edificio Puerta Cinegia, que integra además elementos singulares del patrimonio arquitectónico de la ciudad, como restos de la muralla romana del siglo III, un patio gótico y una escalera barroca.

La plaza ciudadana constituirá el eje de un edificio de ocho plantas y 30.000 metros cuadrados construidos que albergará, en distintos niveles, comercios y negocios de hostelería, oficinas y viviendas. Un pasaje enlazará la calle de la Libertad, en la parte trasera del Tubo, con la plaza de España a través de la plaza, que dispondrá de una protección móvil para la lluvia.

La zona comercial y de ocio, que ha requerido una inversión de 65 millones de euros, se concentrará en el primer sótano, en la planta calle y en los dos primeros pisos del inmueble. En total, una treintena de locales se repartirán un espacio de 6.000 metros cuadrados. Bajo el sótano se han excavado las cuatro plantas de un párking con 299 plazas de estacionamiento, 100 para residentes y el resto, rotativas.

"En estos momentos se están instalando diez negocios de hostelería y se espera que aparezcan más", señala el arquitecto Daniel Olano, autor del proyecto, para quien la nueva fachada del Tubo es "una muestra de la arquitectura del siglo XXI perfectamente respetuosa con el entorno".

La tercera planta, así como el contiguo edificio del Banco Vitalicio, actualmente en remodelación, se dedicarán a oficinas. Entre el cuarto y el octavo piso se situarán 36 viviendas.

Pero al margen de su empleo comercial y residencial, lo que realmente caracteriza al nuevo edificio del Tubo es que integra elementos arquitectónicos del pasado de la ciudad "que podrán ser visitados por todos los que lo deseen", en palabras de Daniel Olano.

La fachada principal, comparada por su autor con "una malla perforada", empezó a verse a principios de esta semana, a medida que se retiraban el andamiaje y las telas que la protegían. A la vista han quedado partes de las fachadas laterales, en las calles Mártires y Cuatro de Agosto, en las que se han recuperado los exteriores de edificios de los siglos XV, XVII y XIX.

"Estoy muy satisfecho con el nuevo aspecto de la fachada exterior", subraya Daniel Olano, quien ha visto cómo, a lo largo del complicado proceso de la obra, la Comisión de Patrimonio de la DGA ha rechazado varias propuestas arquitectónicas para la cara de Puerta Cinegia que da a la plaza de España.

"En este sentido --añade--, Puerta Cinegia lo que hace es completar la plaza de España, reforzar su carácter de plaza, pero con un estilo atrevido, moderno, pues mi intención ha sido hacer un edificio del siglo XXI partiendo de unos inmuebles del XIX muy deteriorados y que en su día se construyeron de manera muy precaria ".

En opinión de Olano, "la plaza pública de Puerta Cinegia constituirá el nuevo centro del Tubo, pues está concebida como punto de encuentro, abierta a la lluvia, a la luz y al sol, y con la ventaja de formar parte de un complejo comercial, residencia y de oficinas".