El obispo de Cartagena y Murcia, Manuel Ureña, suena como candidato favorito para sustituir a Elías Yanes al frente del Arzobispado de Zaragoza. Transcurrido un año y medio desde que Yanes enviase a la Santa Sede su carta de renuncia como arzobispo por haber alcanzado la edad de jubilación (75 años), fuentes eclesiásticas han asegurado a este diario que el nombre del nuevo Papa de Aragón se dará a conocer "en las próximas semanas".

El nuncio apostólico del Vaticano en España, Manuel Monteiro, ha recabado durante los últimos meses informes de los posibles sustitutos y entre los primeros nombres de la lista se encuentran: Manuel Ureña, Ricardo Blázquez (obispo de Bilbao) y José Vilaplana (de Santander).

El favorito es el máximo representante de la diócesis murciana, cuyo nombre ya fue incluido por el nuncio apostólico este año en la terna (listado con tres nombres) para el Arzobispado de Barcelona. Al final, quedó a las puertas de la ciudad condal, desplazado por el preferido de los catalanistas, Lluís Martínez Sistach.

Varias son las bazas de Ureña. Primero, su experiencia en la dirección de grandes diócesis como la de Alcalá de Henares (Madrid) y la de Cartagena-Murcia, además de su paso por el Obispado de Ibiza. En segundo lugar, su amplia formación en Filosofía y Letras, Teología e idiomas y su participación activa en los círculos científicos eclesiásticos, requisitos que reúnen los últimos nombramientos realizados por la Santa Sede. "Finalmente, es de todos conocido la buena consideración que de Ureña se tiene en el ambiente Vaticano y el prestigio del que ha dotado durante su estancia en la diócesis a la Universidad Católica de Murcia", apuntaron fuentes consultadas.

Dos de sus principales competidores por el sillón de Elías Yanes son los obispos de Bilbao y Santander, Blázquez y Vilaplana respectivamente. El primero de ellos cuenta a su favor con "el buen trabajo realizado en el País Vasco", donde llegó en 1995. "Se piensa que ya ha cumplido un ciclo en Bilbao, donde se ha ganado a la opinión pública y ha silenciado las críticas políticas iniciales. Su nombre hace años que suena, aunque en la Conferencia Episcopal se le vincula más a diócesis castellanas", comentaron.

En cuanto a José Vilaplana, es obispo de Santander desde hace trece años y cuenta con cargos de responsabilidad en la Conferencia Episcopal. Los tres prelados presentan como factor común su puesto como presidentes de comisiones dentro del organismo eclesiástico estatal. "No hay que perder de vista que todos los últimos nombramientos de Monteiro se han surtido de los dirigentes de comisiones", añadieron.

VACANTE BARBASTRO-MONZON Con el nombramiento del Arzobispo de Zaragoza, la Santa Sede no completa el organigrama aragonés. Después de relevar a los obispos las diócesis de Teruel y de Jaca-Huesca (ocupadas por José Manuel Lorca y Jesús Sanz Montes), aún queda pendiente buscar una cabeza para Barbastro-Monzón, ahora administrada por Pedro Escartín. Según fuentes eclesiásticas, "ya se han pedido informes de los candidatos". Del Arzobispado de Zaragoza dependen las diócesis de Barbastro-Monzón, Huesca, Tarazona, Teruel y Albarracín