La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, cree que el futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) deberá centrarse en «regenerar la ciudad que existe» después de más de 30 años de vigencia del actual, que no ha supuesto un «planteamiento urbanístico real» al dejar «la mitad del suelo para desarrollos futuros y sin ordenar».

La alcaldesa de Teruel dio a conocer ayer en rueda de prensa las líneas principales de los estudios previos elaborados por la Oficina del PGOU sobre la situación urbanística de la ciudad, que se dieron a conocer el miércoles a los grupos políticos del consistorio en una reunión extraordinaria de la comisión de urbanismo.

Este documento es una «foto fija» de la situación de la ciudad y recoge también las carencias del plan actual y algunas recomendaciones del equipo redactor, cuestiones que la alcaldesa abordó junto al concejal de Urbanismo, Juan Carlos Cruzado.

El edil insistió en que este estudio es «una herramienta de trabajo» para establecer el debate que permitirá redactar el avance del PGOU, «que sí será un documento oficial».

El plan vigente es el aprobado en 1985, tras dos intentos fallidos en legislaturas anteriores y, por ello, Buj espera que en la próxima legislatura este tercer intento permita la aprobación definitiva de un nuevo plan.

La alcaldesa dijo que el plan vigente «dejó la mitad del suelo para desarrollos futuros y sin ordenar», lo que en la práctica ha supuesto que «en Teruel no ha habido un planeamiento urbanístico real».

El problema, añadió, es que «nunca se ha mirado la ciudad en su conjunto» y el resultado es que Teruel ha crecido «en baja densidad y poca altura» lo que ha hecho que sea «ineficiente» tanto para el sector público (encareciendo la prestación de servicios de transporte, recogida de residuos o limpieza), como para el sector privado. Por ello abogó por centrar el nuevo documento en «regenerar la ciudad que existe», recuperando las áreas degradadas y rehabilitando las viviendas anticuadas, así como mejorando los equipamientos públicos de la ciudad que ya existen.

En ese sentido, Buj apostó por aprovechar las «bolsas sin desarrollar» que quedan y «dotar de herramientas» al ayuntamiento para hacer que se edifique en los solares vacíos.