El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Ricardo Oliván, mostró abiertamente ayer su recelo acerca de la causa del desplome, el pasado jueves, del cartel del hospital Clínico de Zaragoza, que provocó heridas de gravedad a una persona y leves a otras dos.

De momento, y aunque la investigación encargada por el departamento todavía no ha deparado conclusiones, "todo apunta a que fue una ráfaga de aire" la que causó la caída del letrero. Sin embargo, a Oliván le parece "un poco extraño" teniendo en cuenta "dónde y como estaba el cartel" y que ese día "no fue especialmente ventoso", por lo que "resulta extraño que saliese volando y cayera".

Así, el titular de la consejería admitió estar aguardando a los primeros resultados de las pesquisas. Mientras, el cartel, que supuestamente permanece todavía en uno de los sótanos del centro hospitalario custodiado por seguridad privada.

Asimismo, los sindicatos también han mostrado sus dudas tanto de los motivos de la caída como de la prolongada permanencia del luminoso encima de la cornisa principal. Según sostienen varios colectivos sindicales, el letrero fue descolgado para labores de mantenimiento el pasado 4 de enero y desde entonces se mantenía tumbado en la plataforma a la espera de la firma que otorgase la dotación presupuestaria pertinente para acometer las labores de conservación. Por ello, la falta de material habría sido decisiva para, en su opinión, demorar demasiado el arreglo del cartel, de unos diez metros de longitud y hasta 300 kilos de peso.

Este extremo, sin embargo, es rechazado tajantemente por la Administración sanitaria, que asegura que la caída "nada tiene que ver con recortes ni nada por el estilo". En ese sentido, el gerente del sector, José Antonio Gil-Lahorra añadió que "no se ha soltado nada ni hay que buscar manos negras".

AVISOS En todo caso, el personal sanitario que trabaja en el centro ya subrayó el mismo día del accidente que el personal de mantenimiento había recibido "varios avisos" alertando del "excesivo" movimiento del letrero los días ventosos.

Por su parte, la persona que resultó herida como consecuencia del impacto evoluciona favorablemente. Ayer, el paciente ya fue trasladado a planta tras abandonar la uci en la que permanecía desde el jueves y tras haber sido operado en neurocirugía de un traumatismo craneoencefálico. "Se encuentra bien, consciente y por supuesto, su vida no corre peligro", aseveró Oliván, que visitó a mediodía al herido.

El hombre, de 43 años y visitador médico, recibió el impacto justo cuando salía del hospital tras realizar unas gestiones. Inmediatamente fue atendido por dos sanitarios, que procedieron a su ingreso en Urgencias. Otras dos personas sufrieron rasguños y heridas leves que no precisaron atención médica.