Opel España, que forma parte del grupo francés PSA, ha decidido no renovar el contrato de montaje de puertas y salpicaderos del nuevo Corsa con Android Industries, que llevaba casi diez años prestando este servicio con una plantilla de 300 trabajadores. Este proveedor dejará de asumir esta actividad clave de la producción de vehículos el próximo 31 diciembre, una situación que genera inquietud entre los empleados, aunque estos previsiblemente serán recolocados en una nueva empresa auxiliar. El cambio se produce tan solo cuatro meses después de que el personal de Android tumbara en una votación el preacuerdo sobre el nuevo convenio, lo que ha podido pesar en la medida tomada por la matriz automovilística.

La decisión fue comunicada el miércoles por Opel a la dirección de Android, que seguidamente convocó al comité para trasladarle la información. Aunque las compañías no han precisado los motivos de esta decisión, los dos grandes sindicatos de la planta de Figueruelas, UGT y y CCOO, creen que las «exigencias» que la filial de PSA ha puesto de cara al nuevo contrato y la «falta de interés de Android a nivel corporativo», han dejado «sin una solución de estabilidad» a la plantilla de la firma auxiliar.

REPENSAR EL NEGOCIO

Cabe recordar que los trabajadores de Android rechazaron el pacto de convenio alcanzado entre la empresa y UGT y CCOO tras más de un año de negociaciones, siguiendo el criterio en contra el acuerdo de OSTA, que lidera este comité. La compañía ya advirtió en ese momento que el resultado de la votación era «un auténtico batacazo» porque el entendimiento «era necesario para optar a la renovación del contrato».

Sobre si ha sido determinante en la decisión la falta de un nuevo convenio, UGT y CCOO consideraron que este «debía de estar negociado y acordado a estas alturas, pero viendo ahora la situación», agregaron, el conflicto «se hubiera desatascado si antes se hubiera dado salida a los acuerdos de negocio entre Opel y Android». «A partir de ahí sobran lamentos y cada una de las partes actoras en este conflicto interminable tendrá que asumir la responsabilidad que tenga en su momento», afirmaron ambas centrales en un comunicado.

Las federaciones de industria de CCOO y UGT (FICA) emplazaron ayer a la dirección de Opel a «no perpetuar una situación que de hecho no debería de haber nacido en su momento», en referencia a la externalización del montaje de puertas y salpicaderos. Esta medida fue adoptada por la empresa a nivel europeo hace unos 12 años, en el 2007, como una forma de ahorrar costes.

Por todo ello, reclamaron al grupo PSA una internalización de este trabajo por suponer una «parte principal» de la línea de fabricación y, en consecuencia, integre en su plantilla a los empleados de esta auxiliar «con los mismos derechos y deberes que el resto», de igual manera que «ha repensado otras formas de llevar el negocio». «Este proceso debería de hacerse a la mayor brevedad para terminar con la angustia de los más de 300 trabajadores de Android», apuntaron.

Desde OSTA, principal fuerza sindical en la empresa afectada, exigieron que el nuevo adjudicatario del contrato mantenga a la actual plantilla y en las mismas condiciones salariales y laborales. «Todo lo que no sea esto solo nos deja un único camino: la confrontación», indicaron. El comité de empresa se reunirá hoy para analizar la situación.

CONFLICTO RESUELTO

Por otra parte, el recorte de empleo planteado en Prestalid, otra auxiliar de Opel, ha quedado neutralizado. El comité y la empresa han acordado recolocar en otras actividades que este proveedor desarrolla en la factoría a 25 de los 27 trabajadores que iban a ser despedidos. Solo dos personas se irán a la calle por la finalización de sus contratos, con una indemnización de 20 días. Los cambios se deben a la modificación aplicada por PSA al servicio de logística interna y premontaje de piezas que presta esta compañía, una merma de trabajo que asumirán el Grupo Sesé y Opel, que internalizará parte del contrato.