El torero José Ortega Cano, que cumple una condena de dos años y medio de cárcel por provocar un accidente de tráfico mortal, está "perfectamente medicado" para evitar un accidente cardiovascular y en la cárcel de Zuera (Zaragoza) tiene la "posibilidad de rápida asistencia sanitaria si fuera necesaria".

Un informe del forense que lo ha examinado en la prisión, al que ha tenido acceso Efe, afirma que el "riesgo estadístico" de Ortega Cano de sufrir un incidente cardiovascular "no se ve influenciado por la privación de libertad" y "no se estima que exista mayor riesgo vital por estar ingresado en un centro penitenciario".

La juez sevillana que condenó al torero ha notificado hoy al fiscal y a la acusación particular este informe para que se pronuncien en el plazo de cinco días sobre la petición del interesado de suspender el cumplimiento de la condena de cárcel por riesgo médico.

La defensa de Ortega Cano apeló al artículo del Código Penal que contempla esa posibilidad en caso de padecer una "enfermedad muy grave o padecimientos incurables".

El forense recoge que Ortega Cano, de 60 años, tiene una edad coronaria de una persona de 70 años, por lo que "su riesgo estadístico de sufrir un accidente cardiovascular equivale al que tiene una persona de esa edad".

Añade que "en el momento actual se encuentra en prisión perfectamente medicado con los fármacos necesarios para la prevención farmacológica de dicho riesgo y con posibilidad de rápida asistencia sanitaria si fuera necesaria".

Por tanto, ese riesgo estadístico "no se ve influenciado por la privación de libertad", mantiene el forense.

El certificado recoge que, según las propias manifestaciones de Ortega Cano, desde los 10 años tiene un soplo cardíaco y desde hace 11 años está en seguimiento por arritmia e hipertensión arterial, con tratamiento farmacológico anticoagulante, antihipertensivo y antiarrítmico y "en los últimos años ha acudido en varias ocasiones a Urgencias por taquicardia".

También refiere fatiga ante el esfuerzo, razón por la que le han hecho "numerosas exploraciones y un cateterismo cardíaco".

No obstante, en la exploración realizada por el forense de Zaragoza "muestra aparente buen estado general, tensión arterial de 125/75" y manifiesta tener un dolor en la cadera izquierda al caminar y cierto grado de fatiga al subir escaleras o hacer esfuerzos.

Del estudio de la "numerosa documentación médica" aportada por el interesado se deduce la existencia de "fibrilación auricular crónica con adecuada respuesta ventricular basal, leve insuficiencia de las válvulas mitral y tricúspide" y una "enfermedad coronaria extensa, con ateromatosis cálcica y placas obstructivas en grado diverso, que no originan ningún grado de isquemia".

El torero ingresó el pasado 23 de abril en la cárcel de Zuera (Zaragoza) para cumplir una condena por delitos de homicidio imprudente y contra la seguridad del tráfico por provocar en mayo del 2011 un accidente cuando conducía su vehículo todoterreno, triplicando la tasa de alcoholemia autorizada, en las proximidades de su finca en Castilblanco de los Arroyos (Sevilla).

En el siniestro falleció el conductor del vehículo con el que colisionó, Carlos Parra.