Los colectivos españoles de personas transexuales y sus familias iniciaron ayer una huelga de hambre en Madrid para pedir a los grupos políticos que facilitaron el Gobierno de coalición con sus votos que registren la ley trans en el Congreso para que pueda ser debatida.

Según informaron desde Euforia, asociación de familias Trans-Aliadas, esta situación ha llevado a la desesperación de dichas personas y sus familias, que ven como sus legítimas reivindicaciones son usadas por sus representantes como un elemento de confrontación. Por ello, han decidido convocar una huelga de hambre indefinida en la que participan alrededor de un centenar de personas, entre activistas, madres y familiares de personas transexuales e incluso personas aliadas del colectivo.

Natalia Aventín, presidenta de la asociación y madre de un niño transexual, Patrick, es una de las muchas personas que se encuentran en la capital española para seguir luchando por los derechos de su hijo y del resto de personas que se encuentran en su misma situación.

Aventín reside en la localidad altoaragonesa de Benasque y lleva desde el año 2014 luchando por esta causa. Gracias a su incansable actitud, en marzo del año pasado consiguió que la Audiencia de Huesca reconociera el derecho de Patrick a modificar su situación legal y así poder inscribirse como hombre en el registro civil. «No tenemos más puertas a las que llamar, ya se aprobó un proyecto de ley y se registró en el Congreso y parecía que tenía bastante consenso pero vemos, ya no solo que no se avanza, sino que cada día hay un discurso mucho más sectario», explicó. En este sentido, Aventín hace referencia a las afirmaciones «insoportables» llevadas a cabo por Carmen Calvo del colectivo trans.

Primer día

Durante el primer día de huelga de hambre, Aventín informó que los partidos bajaron a la rueda de prensa que tuvo lugar enfrente del Congreso y que, a pesar de que «tienen buenas palabras, nadie da el paso». «Parece que desde el grupo de la investidura están en disposición de aprobarlo, pero al mismo tiempo entiendo que desde el Gobierno les están presionando para que se esperen», aseveró Aventín, que consideró que ya no solo están jugando con las personas transexuales «sino que están ya poniendo en riesgo las vidas de la gente que estamos en huelga de hambre».

Aventín manifestó que la huelga de hambre «es la última herramienta» con la que cuentan para conseguir su objetivo y a pesar de la dificultad y los peligros que conlleva, se han unido ya varios grupos desde Córdoba, Galicia, Aragón o Navarra, entre otras.