«Desde que la Unión Europea dejó de ser un proyecto para ser una realidad, España no ha tenido un proyecto colectivo. Y cuando no lo hay, surgen los proyectos diferenciadores». Así resumía ayer Eduardo Serra, presidente de la Fundación Transforma España, la necesidad que ha inspirado la iniciativa Un proyecto para España, que ayer presentó por primera vez fuera de Madrid, en Zaragoza.

Ibercaja Patio de la Infanta albergó la presentación, que contó como intervinientes, además del propio presidente y exministro de Defensa, con el expresidente de las Cortes y el PAR, José Ángel Biel, y el expresidente socialista de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina.

Serra animó a la «sociedad civil» presente en la sala, entre las que se encontraban el presidente de la Fundación Ibercaja, Amado Franco, el vicepresidente de la DGA, Arturo Aliaga o el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, a involucrarse en generar un proyecto de país basado en el «pacto», en buscar «más lo que nos une que lo que nos diferencia», para adaptar al país a la revolución tecnológica y aspirar, incluso, «a liderar Europa».

Serra repasó los grandes avances de España en los últimos 40 años, la época de mayor «paz, libertad y prosperidad» de la historia, amenazada a su juicio por un sistema político «degradado» que «ha ocupado espacios propios de la sociedad civil», que esta debe recuperar.

Frente a esto, José Ángel Biel defendió el valor del pacto, arraigado en Aragón -con el cuatripartito como máximo exponente- pero desconocido en una España anclada por «nuestra tendencia al conflicto», con izquierdas y derechas que «se dedican a destrozar en cuatro años lo que ha hecho el anterior». Por ello reivindicó el papel del centro político y la necesidad de reformar la ley electoral «que ponga cada uno en su sitio, comenzando por los independentistas, que facilite la gobernabilidad y los acuerdos».

Leguina, por su parte, dedicó buena parte de su intervención, en un teórico acto civil sin posicionamiento político, a criticar a Pedro Sánchez y su PSOE, por los pactos «gravísimos» con ERC («Podemos me preocupa menos, al pisar la alfombra se civilizarán») o cargarse la «democracia interna» por consultar a las bases. También alertó de los «problemas» que genera la inmigración, aunque sea solución a la baja natalidad.

Javier Lambán, cuya presencia estaba anunciada como público por la DGA, finalmente no pudo asistir por cuestiones de agenda.