El alcalde de Utebo, Pascual Abós, que el pasado viernes fue agredido por un policía local de esa localidad que le produjo lesiones a él, a sus dos hijas y a su mujer, manifestó ayer tras recibir el alta hospitalaria que solicitará protección "si la persona que nos atacó, por el motivo que fuera, quedara en libertad".

"Creo en la Justicia, pero en el caso de que Emilio Naila consiga eludir sus responsabilidades penales me dirigiré al delegado del Gobierno en Aragón para solicitar escoltas que nos protejan a mí y a mi familia", matizó Abós.

El edil socialista de Utebo indicó que su hija mayor, Rosina, de 30 años, permanece todavía ingresada como consecuencia de la herida de arma blanca que sufrió en el tórax. "Es posible que no le den el alta hasta dentro de tres o cuatro días", señaló el alcalde.

Abós criticó con dureza las declaraciones realizadas por su agresor, Emilio Naila, de 44 años, quien manifestó a la Policía que está "arrepentido" del daño causado al político y su familia. "Yo no me creo que esté arrepentido, como tampoco me creo que tenga problemas mentales, porque cuando nos atacó por sorpresa vi en sus ojos que su intención era matar", afirmó.

EN BUSCA DE COARTADA "Las depresiones y los supuestos trastornos mentales --continuó Abós-- son una excusa para conseguir su único propósito desde hace seis o siete años: pasar a segunda actividad con la paga completa".

En su opinión, los supuestos problemas mentales de Naila no son más que "un intento por fabricarse una coartada, una circunstancia que lo exima de culpa y lograr así que lo dejen en libertad en lugar de mandarlo a la cárcel".

Pascual Abós anunció que hoy volverá a su sillón de la alcaldía de Utebo, que desempeña desde hace diecisiete años por el Partido Socialista. "Los concejales me dicen que me tome unas cortas vacaciones para olvidar lo que ha pasado, pero yo prefiero trabajar, seguir adelante con los proyectos que tenemos en marcha o en preparación para Utebo", declaró.