Con su apuesta por la derogación del Concordato con la Santa Sede y la eliminación "de todos los privilegios" de la Iglesia desembarcó ayer en Zaragoza el candidato al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. El diputado llenó más que de sobras el auditorio, en la sede del PSOE, con capacidad para más de 350 personas. Llegó con el puño en alto y hubo aplausos y más aplausos ante algunas de sus propuestas como las primarias abiertas, la derogación de la reforma laboral o su apuesta por dotar de más transparencia al partido.

Uno de sus mensajes clave fue el rechazó a "las grandes coaliciones", "ni aquí ni en Bruselas" porque el PSOE debe "coaligarse con los que sufren y no con los que provocan el sufrimiento". Lo repitió varias veces. En el encuentro con los medios de comunicación y también en el mitin que lanzó ante centenares de socialistas zaragozanos entre los que se encontraba el secretario general del PSOE en Aragón, Javier Lambán; el coordinador de Zaragoza, Roberto Fernández; el miembro de la ejecutiva federal y teniente de alcalde de Zaragoza, Carlos Pérez Anadón; y otros destacados socialistas.

Como los presidentes y vicepresidentes de la DPH, Antonio Cosculluela y Miguel Gracia; el expresidente aragonés Marcelino Iglesias, el portavoz en las Cortes Javier Sada, la concejala Lola Ranera, las diputadas Susana Sumelzo y Pilar Alegría. Históricos como Alfonso Saenz Lorenzo y Ramón Tejedor...

No estuvo el alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch, ni el vicealcalde Fernando Gimeno, que asistían a la procesión del Corpus justo en el momento en el que Pedro Sánchez anunciaba su cruzada "contra los privilegios de la Iglesia" y su intención de derogar el "concordato con la Santa Sede". También apostó por unas Juventudes Socialistas "republicanas" porque son "las que devolverán la República a España". A un país "laico".

REGENERACIÓN Se detuvo en las propuestas para regenerar el partido. En el auditorio se notaban las ganas de entrada de savia nueva, pero Pedro Sánchez se mostró conciliador, habló de una "coalición entre generaciones", pero también de una generación de socialistas que quieren "tomar el relevo". "Pudimos cometer errores pero nunca mentimos y lo mejor que le ha pasado a este país siempre ha venido de la mano del partido socialista", aseguró. Habló de su mano, de que nunca le temblará para echar a los corruptos. Y de la importancia de las bases.

Por eso quiere establecer cauces de consulta directa y también rendir cuentas si es elegido secretario general. "Una vez al año en todas las provincias tendré una asamblea abierta y también la ejecutiva federal rendirá cuentas una vez al año en cada comunidad", anunció. También apostó por modificar la ley de partidos, limitar los mandatos, acabar con la financiación privada de los partidos...

Habló de Vicente, un vigilante de seguridad que se encontró en un pueblo de Alicante que cobra 3,75 euros la hora y trabaja 100 horas a la semana para decir que derogará la reforma laboral. Y aseguró que sus abuelos apenas sabían escribir por "las injusticias del franquismo" para apelar a la memoria histórica. Terminó con una cita de uno de ellos: "Las utopías siempre son verdades anticipadas".