Nostalgia y actualidad. Los artículos de José Antonio Labordeta que publica este diario ofrecen una visión profunda, irónica y sincera sobre Aragón que aún puede trasladarse al presente. La obra, que se presentó ayer y se pondrá a la venta el próximo viernes, recopila en 300 páginas más de un centenar de textos en los que el político y cantautor reflexiona sobre la política en la comunidad y las inquietudes que han teñido su biografía.

José Antonio Labordeta fue un colaborador asiduo de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. «En sus artículos se pueden encontrar aspectos que hacen referencia a la situación que estamos viviendo en la actualidad», indicó el director del medio, Nicolás Espada, durante la presentación de la obra en la fundación dedicada al legado del cantautor y político en Zaragoza. «El libro tiene una vigencia extraordinaria», indicó Ángela Labordeta, hija de este referente aragonés fallecido ahora hace diez años y autora de un prólogo que se acerca a la figura «humana y familiar» del cantautor. «Recuerdo cómo le gustaba escribir, le gustaba más escribir que cantar y más escribir que hacer cualquier otra cosa porque tenía un alma de escritor errante», evoca.

En ocasiones sus palabras en El Periódico de Aragón fueron bocetos de cuentos que llegaron después; más adelante, cuando ya era diputado en el Congreso de los Diputados, sus textos se convirtieron en agudas reflexiones sobre la actualidad en las que ya se adivina la crispación que llegó después. «Labordeta tenía una gran preocupación por Aragón como reflejan sus textos sobre cuestiones de las que seguimos hablando», indicó el redactor jefe del diario (y autor de la introducción y las notas del libro), Antonio Ibáñez.

José Antonio Labordeta colaboró en dos etapas en este periódico. La primera, de 1994 a 1995 consta de 25 artículos dominicales en los que rememora las calles y las plazas de la Zaragoza de su infancia. Son una colección de textos de alto valor literario en los que retrata la Zaragoza de los años 40 y 50 al tiempo que cita a un buen número de amigos y personajes de la época y lamenta los desmanes urbanísticos cometidos en la ciudad.

La segunda etapa, más extensa, tiene un contenido mucho más político. De hecho, empieza en el 2002 y se prolonga hasta el 2007. En total, son 95 artículos de opinión que coinciden con gran parte de su actividad como diputado de CHA en el Congreso de los Diputados. Supone un «contrapunto» a su obra más conocida y divulgada, según señaló Ibáñez. Con los epígrafes Metro Sevilla o La Muga refleja cómo le preocupaba e inquietaba lo que sucedía en Aragón o en cualquier rincón del mundo. Las movilizaciones contra el trasvase del Ebro, la negativa a la guerra en Irak o sus relaciones con el resto de políticos aparecen reflejadas en las páginas del libro. «Creo que en el Pignatelli, en Génova, en la Moncloa y en todas las sedes gubernativas y gubernanticas deberían, al menos durante unos meses, dar bromuro en el desayuno para bajar los humores. La paz de la relajación volvería a nuestros cuerpos y mentes y yo podría regresar a mi proustianismo irreverente para hablar de la vieja memoria sin apretar la tuerca más allá de las lágrimas lejanas de mi vejez tan próxima y aparente», escribió en uno de sus últimos textos publicado en el 2007.

Cada ejemplar del libro Artículos en El periódico de Aragón, 1994-2007 tendrá un precio de 15 euros. Parte de los beneficios se destinarán a las actividades de la Fundación José Antonio Labordeta.