Una mujer pidió ayer que una vecina de su padre en la localidad ejeana de Valareña, R. P. V. C., pase seis años entre rejas por una presunta estafa de 2.500 euros, que habría cometido al sisarle la tarjeta y la clave. La Fiscalía también considera probada la estafa, aunque rebaja la pena a dos años y cuatro meses.

La mujer, defendida por José Javier Fort, admitió las extracciones en el juicio celebrado ayer ante la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Zaragoza. Pero aseguró que no le robó, sino que era él quien le mandaba sacar dinero y le daba parte por limpiarle la casa, porque sus hijos "no lo cuidaban". Algo que ellos negaron.

El hombre acudió al banco a sacar dinero con la libreta, "como hacía siempre", según el empleado de la entidad, y al informarle de que había sacado dinero con la tarjeta, se quedó "sorprendidísimo".