La Dirección General de Justicia del Gobierno de Aragón ha conseguido en un tiempo récord una tarea para la que carecía de medios y que va a resultar fundamental para la celebración del juicio del caso La Muela: seleccionar y volcar en un soporte digital las más de 200 horas de grabaciones de pinchazos telefónicos que el Grupo de Blanqueo de la Jefatura Superior de Policía acumuló entre abril del 2008, cuando el juez de La Almunia asumió la causa después de que esta anduviera durante cuatro meses de juzgado en juzgado, y finales de marzo del 2009, cuando, tras la redada con las primeras 19 detenciones, cesaron las intervenciones.

El letrado de Carmelo Aured, uno de los principales imputados en la causa --Fiscalía pide para él veinte años y tres meses de prisión, uno de inhabilitación para ocupar cargos públicos y multas que superan los nueve millones de euros--, reclamó poco después de conocer los cargos a los que se enfrentaba una copia completa de las grabaciones de la Policía.

El magistrado Alfredo José Lajusticia pidió el auxilio de la Dirección General de Justicia --gestionada por Tomasa Hernández--, que se puso manos a la obra para buscar una solución. Y la encontró. Aunque para ello tuvo que dedicar a la tarea en exclusiva a un funcionario y alquilar durante una semana un aparato del que, por razones obvias, la Administración autonómica no dispone.

Los pinchazos de La Muela son el resultado de seleccionar y volcar en formato digital las conversaciones de interés policial que el Grupo de Blanqueo incluyó en sus atestados. El bruto de esas grabaciones supera las 200 horas: Justicia recibió del Juzgado número 1 de La Almunia 52 cassettes --la Policía inició las pesquisas con medios más bien precarios-- y 147 cedés --estos soportes en audio tienen una duración de 80 minutos--.

Posteriormente, segun explicaron fuentes de la DGA, el propio juzgado elaborará las copias para cada una de las partes --43 defensas y cuatro acusaciones--, tal y como venía haciendo con los más de 240 tomos digitalizados de los que consta la causa.

Algunas acusaciones han solicitado en sus escritos de conclusiones provisionales la reproducción de varias conversaciones en la vista oral.