El plan de comercio local del Ayuntamiento de Zaragoza ha tenido una buena acogida por dos motivos: porque urgen medidas activas para revitalizar las tiendas de barrio y porque está dotado económicamente. Sin embargo, también tiene sus detractores, los comerciantes que creen que actualmente lo que necesitan son ayudas directas en lugar de obras y cambios para generar galerías urbanas en los barrios. Hasta once, según la propuesta de la concejala de Economía e Innovación, Carmen Herrarte, que lleva más de un año trabajo en este proyecto para el que serán necesarios 51,6 millones en los próximos seis años.

Desde la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (Ecos) hacen una valoración «muy positiva» porque se propone «compaginar la gran superficie con los comercios de proximidad» y porque quieren «digitalizar» las tiendas de barrio, única forma de hacer frente al comercio online. «Esto es un proyecto de ciudad y parece que así lo han planteado», explica su presidente, José Antonio Pueyo, que asegura que la idea de plantear galerías al aire libre puede ser exitosa ya que Zaragoza es una ciudad mediterránea donde a la gente le gusta estar en la calle.

La Asociación de Comerciantes de la calle Delicias también aplaude la iniciativa. «Todo lo que sea mejorar la escena urbana va a ser bueno para las tiendas. Lo que tenemos que conseguir es que la gente que no es del barrio quiera venir aquí a pasear y a comprar», explican. Sin embargo, desde Las Fuentes o la Zona Centro creen que no es momento de plantear obras ni grandes cambios, sino de ayudar de forma directa a los comerciantes que están con el agua al cuello.

Desde la Federación de Barrios, junto a otras entidades comerciales, han solicitado a Herrarte más tiempo para estudiar el proyecto y poder hacer propuestas. Lo recibieron el pasado día 13 y el plazo para trasladar sus peticiones finaliza el día 22. «Totalmente insuficiente», según la FABZ.