El presidente del Observatorio de la Bicicleta y concejal de IU en Zaragoza, Pablo Muñoz, ha propuesto colocar una nueva señalización horizontal, vertical o semafórica de "ceda el paso" para que los ciclistas puedan cruzar en rojo siempre que se realice en condiciones de seguridad.

Otras condiciones para que puedan cruzar las bicicletas con el semáforo en rojo es que no interfieran en la circulación de los peatones que intentan atravesar la vía y que no se produzca un cruce de la bicicleta con otra vía en otra dirección y, además, los ciclistas en estos cruces nunca tendrán la prioridad.

Esta es la propuesta que el presidente del Observatorio de la Bicicleta ha trasladado a los miembros del mismo para su estudio de cara a la sesión de este miércoles, 9 de abril, así como a los colectivos ONCE y Acera Peatonal que asistirán al encuentro en calidad de invitados.

A través de un comunicado, Muñoz ha explicado que en la actualidad, las nuevas políticas de movilidad que se implantan en los diferentes países de la Unión Europea tienden a facilitar la circulación de las bicicletas y favorecer su desplazamiento por calzada.

Dentro de estas políticas, el gobierno francés ha propuesto generalizar una medida que ya ha implantado la ciudad de París con éxito y que consiste en la experimentación de una nueva señalización dedicada a las bicicletas de manera que, en algunas intersecciones, los ciclistas pueden considerar un "ceda el paso" cuando el semáforo está en rojo.

Esta propuesta se ha basado en un estudio de campo en el que se identifica que la misma no genera nuevos conflictos ni mayor siniestralidad entre ciclistas, peatones y automovilistas sino que facilita la fluidez del tráfico de todos los usuarios de la vía y favorece que muchos ciclistas dejen de utilizar las aceras para desplazarse ya que se le dota de más efectividad y seguridad en los desplazamientos por calzada.

En opinión de Muñoz, las ventajas de esta actuación son que fomenta la circulación en bicicleta por la ciudad, hace mas segura la vía tanto para el ciclista como para el conductor de vehículo a motor, ya que no se produce un arranque simultáneo al ponerse en verde el semáforo, y posibilita la progresiva restricción de la circulación de bicicletas por la acera puesto que favorece la rapidez y la seguridad del desplazamiento en calzada.