El Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado hoy una moción para instar al Gobierno de la ciudad a dotar a los policías locales con un botiquín de seguridad para heridas sangrantes por armas blancas y de fuego y de desfibriladores, así como a resolver las deficiencias de vestuario del cuerpo.

La iniciativa, presentada por el Grupo Popular, ha salido adelante por unanimidad en cuanto a los desfibriladores, mientras que los puntos relativos al vestuario y a los botiquines han contado con la abstención de ZeC.

Esta moción llega después de que Raúl Gurrea, un agente de la Unidad de Refuerzo Flexible (URF) de la Policía Local -antigua Unidad de Apoyo Operativo (UAPO)-, salvara la vida el pasado 3 de febrero a un joven que fue apuñalado, gracias a que portaba un botiquín con un apósito especial para tratar estas heridas, que pagó de su bolsillo.

Desde el PP, el concejal José Ignacio Senao ha criticado que el Gobierno de la ciudad se haya empeñado en cambiar un vestuario que no ofrecía ningún problema, por la voluntad de vestir a la Policía Local "de colorines" por "capricho" y sin garantías de seguridad.

Ha acusado a ZeC de perseguir a los agentes en el desempeño de sus funciones por el rechazo que muestran a todos los uniformes.

La concejala delegada de la Policía Local, Elena Giner, ha definido la actuación del agente Gurrea como acto "heroico", ha defendido que la cuestión del vestuario se está abordando desde la escucha, mientas que lo relativo a botiquines y desfibriladores lo están analizando los servicios competentes, y ha criticado a la oposición por no haber planteado este asunto hasta ahora.

El socialista Roberto Fernández ha criticado las actitudes "impostadas" por exceso y por defecto después de dicho acto "heroico", en referencia al PP y a ZeC.