Uno de cada cinco aragoneses vive bajo el umbral de la pobreza, cifra que se ha mantenido en los últimos años. Sin embargo, su precariedad se agudiza a causa de una situación multiproblemática cada vez más agudizada, en la que concurren circunstancias como las dificultades de acceso a la vivienda, la inestabilidad laboral o el deterioro mental. Son datos del Informe de Cáritas sobre la Exclusión 2003-2004, del que la entidad presentó ayer una avance, en el marco de la campaña 2004-2005 con el lema Nadie sin futuro .

"Nuestra sociedad es sensible a la pobreza del tercer mundo porque es un crimen flagrante, pero no vemos las precariedades de la sociedad rica", afirmó ayer el secretario general de Cáritas, Alberto Ruiz, quien señaló que desde hace 20 años persisten en Europa casos de exclusión, que mientras en algunos países afectan al 15%, en otros como España suben al 19 ó 20%. "Son todas aquellas personas que económicamente hablando tienen ingresos menores al 60% de la renta media", explica Ruiz. "Hay que sacar a la luz el mundo de la exclusión, porque es real en nuestras ciudades", dijo el presidente de Cáritas, Antonio Gasós.

PERFIL DE ATENCION Entre la población que demanda los servicios de Cáritas Zaragoza (ámbito geográfico de la diócesis zaragozana) hay un 30% de personas en situación irregular, un 22% de hogares monoparentales, un 12% de familias en las que hay al menos un miembro con enfermedad mental. En el 2003 se atendieron un total de 1.308 familias y por su centro de transeúntes pasaron 909 persona. Por barrios, el Casco Viejo dispara los índices de solicitud de atención, seguido a bastante distancia de Delicias, Oliver y la margen izquierda.

Según señalan desde Cáritas Zaragoza, a pesar de que los porcentajes de exclusión se han mantenido en los últimos años e incluso han descendido ligeramente a largo plazo, la gran dificultad está en la mayor precariedad de su situación. Es la espiral de la pobreza.

"El empleo es cada vez más temporal y precario. Además, hay personas en paro de larga duración, que no tienen acceso a una integración en el mercado de trabajo, o quienes por su situación administrativa irregular lo tienen muy difícil", explica el técnico de la entidad Santiago Boira, responsable del Servicio de Estudios Sociales de Cáritas. El excesivo precio de la vivienda, la falta de un mercado de alquiler eficaz, el abuso de precios hacia los inmigrantes, las actuaciones "excesivamente tímidas" de las administraciones en política social o los problemas de salud mental contribuyen a perpetuar la exclusión social.

Desde Cáritas reclamaron soluciones integrales y la aprobación en Aragón una ley de Acción Social.