Libreta y bolígrafo en una mano. En la otra, el móvil preparado para hacer una fotografía e, inmediatamente, mandarla y llamar a la familia. Esta imagen se repitió ayer durante todo el día en los diferentes colegios de Aragón tras la publicación de las listas provisionales de alumnos admitidos.

"Estamos muy contentos. Teníamos 7 puntos, pero siempre se tiene esa sensación de duda y hemos venido nerviosos e impacientes. Vivimos en Valdespartera, pero queríamos un centro concertado", apuntaron Miriam Villagrasa y Álvaro Pelegrín en el hall del colegio El Salvador de Zaragoza, uno de los centros más demandados.

En este centro, las listas se hicieron visibles en torno a las 12.25 horas. Los padres se agolparon frente al nombre de los alumnos admitidos y los no admitidos. Y ese fue el momento de las sonrisas y de la resignación. "Siento mucha pena y es una decepción, porque yo quería trasladar a mis hijos del Colegio Británico aquí, pero no va a ser posible", comentó Ana Nevado. "No me han quedado ganas de hablar", añadió otra madre.

La otra cara de la moneda la reflejaron padres como Jorge Ulló, quien apuntó que "estar delante del tablón ha sido como ir a ver si habías aprobado un examen de la carrera", expuso. "Estamos dentro, ¡qué alegría! Me siento muy contenta. Ya he llamado a todo el mundo y ya por fin respiramos tranquilos", añadió Mata Calderón. También hay quien acudió "tranquilo" a ver las listas, como Miguel Relancio. "Estaba casi convencido de que entraba y así ha sido. Casi se me pasa que el día de la publicación era hoy", comentó.