Noche ajetreada de servicios la que vivieron ayer los Bomberos de Zaragoza que tuvieron que extinguir el incendio de una docena de contenedores situados en cuatro calles, próximas entre sí, en el barrio Delicias. El hecho de que el fuego se produjera en un plazo temporal de nueve minutos hace pensar a la Policía Local y Nacional que la quema fue intencionada.
La voz de alarma inicial la dio un vecino de la calle Tarragona a las 00.57 horas. Aseguró que estaban ardiendo unos depósitos de basura. De forma instantánea, un minuto después, se declaró otro incendio a escasos cinco metros, en la calle Salamanca. Tres minutos más tarde los vándalos prendieron fuego a los contenedores situados en la calle obispo Tajón y a las 01.06 horas abrasaron los situados en la calle Martín Cortés. Ya a las 04.00 horas, los bomberos tuvieron que realizar otra salida para apagar el fuego de un contenedor en la calle Libertad, si bien el espacio de tiempo transcurrido y la distancia hace pensar a los investigadores que pudo ser algo fortuito.
La rápida actuación de los bomberos de la capital aragonesa permitió que no se produjeron más daños materiales que la destrucción de los depósitos en cuestión y la afectación por el calor de dos vehículos que estaban estacionados en la calle obispo Tajón. A pesar de ello, los vecinos de la zona reconocieron haber pasado «miedo por si alcanzaban las fachadas». Fue el caso de Mercedes, quien resaltó que «había aprovechado el aire que sopló por la noche para abrir las ventanas y que el humo negro se podía haber metido dentro». «Menos mal que me despertaron las sirenas y rápidamente cerré todo», apostilló.
Carmen se enteró de lo ocurrido cuando iba a tirar la basura. «Son unos sinvergüezas, no sé qué ganan con esto, pero espero que pronto los detengan y les hagan pagar todo este destrozo».
Desde el Partido Popular, el concejal Sebastián Contín, que visitó la zona, solicitó la instalación de contenedores ignífugos o de doble pared, la colocación de sistemas de extinción automática, la colocación de cámaras de vigilancia o el soterramiento de los mismos.
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