Un joven zaragozano de 24 años ha denunciado que acabó apaleado por varias mujeres que se dedican a la prostitución cuando, el pasado día 13, protestó por no haber recibido un servicio sexual que había pagado por adelantado. La víctima, que recibió asistencia sanitaria de urgencia, puso estos hechos en conocimiento de la Policía.

La presunta agresión se produjo en el entorno de la plaza de San Lamberto, en el casco antiguo de Zaragoza, sobre las 03.00 horas de la madrugada.

La víctima relató que había abordado a una mujer que ejercía la prostitución en plena calle y solicitó sus servicios, a lo que ésta accedió. Tras recibir el dinero, la mujer se negó a la práctica del sexo oral, tal y como había convenido con el cliente, lo que provocó una reacción airada por parte de éste.

NEGATIVA El joven insistió en que se le prestara el servicio y, al negarse de nuevo la prostituta, exigió que se le devolviera el dinero que había pagado. La mujer llamó entonces a gritos a varias compañeras que se encontraban en las inmediaciones, las cuales se acercaron a donde se hallaba el cliente y le propinaron golpes en varias partes de la cara y del cuerpo.

El denunciante manifestó que sus supuestas agresoras se dispersaron por las inmediaciones de la plaza de San Lamberto y que él se dirigió al hospital Provincial, que se encuentra en las cercanías del lugar de los hechos, para solicitar ayuda sanitaria.

LESIONES Las múltiples lesiones que presentaba en diversas partes del cuerpo eran de carácter leve, según indicaron ayer fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza.

"La mayor parte de las heridas las tenía en los brazos y en la cara --indicaron--, como si se hubiera producido un forcejeo".

La plaza de San Lamberto, situada entre la avenida de César Augusto y la calle de Ramón y Cajal, es una de las áreas donde se concentra la prostitución callejera en la ciudad de Zaragoza.

En tiempos abrían sus puertas en la zona numerosas casas donde se ejercía la prostitución, en la conocida como calle del Caballo, pero la degradación urbanística y la subsiguiente demolición de viejos inmuebles ha contribuido a que el entorno de San Lamberto haya perdido gran parte de su carácter marginal.

Los vecinos han protestado en numerosas ocasiones para que se impidiera la práctica de la prostitución en la calle a cualquier hora del día y de la noche. La Policía ha abierto una investigación para comprobar la veracidad de la denuncia sobre la agresión y proceder al esclarecimiento del suceso.