Es una calle emblemática. Histórica. De las pocas de Zaragoza que todavía mantienen el adoquinado en toda su longitud, aunque sea a base de parches. El ayuntamiento quiere dar un cambio de aires a Predicadores y este año iniciará las obras de rehabilitación integral de esta vía, que pasará a formar parte del callejero de cota cero y vías semipeatonales de la capital. El presupuesto estimado ronda los 600.000 euros y desde Infraestructuras ya están redactando el proyecto para poner a trabajar las máquinas cuanto antes.

El consistorio quiere empezar este mismo año los trabajos que se financiarán con la partida destinada a la mejora del viario público, dotada con 5 millones en el proyecto de presupuestos, todavía en fase de negociación. Aunque los técnicos están elaborando la memoria, desde Infraestructuras tienen claro que quieren elevar la calzada a la altura de las aceras, lo que se traduce en una semipeatonalización de la calle entre César Augusto y la plaza Santo Domingo.

La reforma de Predicadores lleva años coleando. Se trata de una reivindicación vecinal histórica debido a su avanzado estado de degradación, con parches a lo largo de sus 550 metros de longitud, baches y adoquines sueltos que se convierten en un peligro para los peatones y para la seguridad del tráfico.

Cota cero

La actuación será integral y no se limitará a elevar la calzada, de unos siete metros de ancho. El proyecto incluirá la adecuación de las aceras para acabar con las barreras arquitectónicas y garantizar la accesibilidad en todo su tramo. Los trabajos serán «de fachada a fachada» y el peatón recuperará el protagonismo frente a los vehículos. Además, el proyecto incluirá la renovación del mobiliario público. El objetivo último es conseguir que Predicadores vuelva a ser una zona de paso y de paseo y recupere su papel principal en el barrio de San Pablo.

Con su reforma se dará carpetazo a la era del adoquinado de piedra ya que junto a San Miguel, que también será reformada, es una de las calles más importantes y transitadas que mantiene el adoquín en su calzada.

Su mantenimiento es muy caro, su duración escasa y, además, es muy ruidoso. La presión de los vehículos hace que las piedras acaben moviéndose, lo que provoca que el agua penetre por debajo favoreciendo más el deterioro ya que se daña la base sobre la que se sujetan, pierden apoyo en alguno de los puntos y, como al ser un material rígido, cuando pasan los vehículos por encima acaban rompiéndose. Así que el área de Infraestructuras está estudiando cuál es la mejor fórmula para tratar de mantener la esencia de Predicadores pero huyendo del adoquín tradicional.

En Zaragoza se están utilizando dos técnicas que simulan el adoquinado. Por un lado, y como se hizo en Espoz y Mina, se ha utilizado el pavimento asfáltico, un sistema que simula el aspecto del adoquinado mediante la impresión en caliente de unas plantillas con una trama metálica. Y, por el otro, se va a testar en el acceso a la calle San Miguel desde el paseo Independencia, una zona con mucho tráfico y desnivel, un nuevo pavimento más flexible formado por losetas de metacrilato que estéticamente imitan al granito y la piedra de Calatorao, permitiendo mantener la uniformidad con el resto de la calle. Al ser más flexibles, admiten las deformaciones que se producen al pasar los vehículos y presionar sobre ellas.

Otras obras

La concejala de Infraestructuras, Patricia Cavero, ha explicado que para definir el proyecto y concretar la intervención se va a contar con la junta de distrito. No va a ser la única actuación que se haga en la ciudad. Cavero recordó que hay en marcha «un importante plan de reformas integrales que permitirá actuar en vías que llevan años abandonadas sin apenas inversión». A la calle Predicadores se le sumarán las de Santiago Lapuente en El Rabal u Osa mayor en Valdefierro, la avenida Navarra o Reina Fabiola. Por otro lado, el consistorio ha incluido una partida de 2 millones de euros para llevar a cabo una operación asfalto.