El rey Felipe VI hizo un llamamiento a ciudadanos, empresas, universidades y autoridades para que se comprometan en la preservación de los parques nacionales del país y, de esta manera, «las futuras generaciones» también puedan asombrarse por la «extraordinaria belleza» de estos espacios. El monarca solicitó este compromiso a la sociedad en el acto que conmemoró ayer en el Senado el centenario de los dos primeros parques nacionales de España: el de la Montaña de Covadonga -ahora llamado Picos de Europa y que se encuentra repartido entre Asturias, Cantabria y Castilla y León- y el de Ordesa y Monte Perdido, en el Pirineo aragonés.

Felipe VI instó así a todos a cuidar de unos entornos que, juzgó, encuentran amenazas para los próximos cien años «cada vez más evidentes». Entre ellas, destacó los efectos del cambio climático o la proliferación de especies invasoras. Además, consideró «un gran reto» la gestión del aumento de visitas a estos lugares «emblemáticos», de manera que se garantice la compatibilidad entre conservación y uso público.

Al acto, en el que los parques obsequiaron con la figura en bronce de un quebrantahuesos a la Casa Real y al Senado, acudieron el presidente aragonés, Javier Lambán, y sus homólogos de Asturias y Castilla y León, Javier Fernández y Juan Vicente Herrera. También, la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, el presidente de la Cámara Alta, Pío García Escudero, y otras personalidades.

Protección

El antiguo salón de plenos del Senado -precisamente, donde se presentó la proposición de Ley de Parques Naturales en 1916- acogió el discurso del Rey, en el que destacó la ligazón histórica de la Corona con esta figura de protección. En ese sentido, recordó que fueron Alfonso XIII y Victoria Eugenia quienes inauguraron el primero de ellos, el de la Montaña de Covadonga, el 8 de septiembre de 1918. Cien años después, el actual monarca subrayó la consolidación de estos entornos que cuentan con la figura de protección «más importante y considerada» de las que dispone el país.

«Se trata de espacios únicos, singulares y excepcionales con unos valores naturales, estéticos, culturales y científicos que les otorgan personalidad ecológica y que hacen que su conservación se considere de interés general del Estado», remarcó. Además, recordó que ambos parques son reserva natural de la biosfera por la Unesco y, en concreto, Ordesa y Monte Perdido es Patrimonio de la Humanidad, además de ostentar el diploma europeo a la calidad de la gestión.

Además, el Rey consideró que ambos espacios son «los cimientos de la Red de Parques Nacionales». «Contiene lo mejor de lo mejor de nuestra naturaleza y tiene presencia y reconocimiento en foros internacionales, al mismo nivel que las grandes redes mundiales», afirmó sobre esta red que «debe ser una prioridad para la sociedad».

En el país con más biodiversidad de Europa, donde se encuentran el 80% de las especies vegetales de la UE y más de la mitad de las animales, cabe para el Rey la «apasionante tarea» de «proteger mejor y entre todos» los ecosistemas de manera que se llegue a convivir «mejor con la naturaleza». Además, Felipe VI extendió su reconocimiento «de forma muy especial» a las 168 localidades que se encuentran en los entornos de los 15 parques nacionales españoles. «Han sido y son los principales responsables de que estos excepcionales territorios hayan llegado hasta nosotros en un excelente estado de conservación», destacó.

Visita próxima

Ribera anunció que diputados y senadores visitarán «en breve» ambos parques «para conocerlos de cerca y profundizar en su conocimiento». Durante su intervención, recalcó que, en la actualidad, los parques reciben 15 millones de visitantes y que en su entorno habitan casi 1,5 millones de personas. Como el Rey, la ministra se acordó de los problemas a los que se enfrentan. En concreto, señaló como el «mayor de los riesgos» el cambio climático aunque, apostilló, «no es el único». En ese sentido, recordó que los dos espacios homenajeados pertenecen a la Red de Seguimiento del Cambio Global que conforman con otros seis parques. Y, como el monarca, reconoció el trabajo de los habitantes, en este caso de los alcaldes, quienes llevan a cabo una gestión «valiente y decidida».