Las joyerías suelen ser asaltadas a través de butrones, atracos o alunizajes, pero anteayer unos ladrones innovaron un método en Zaragoza: seguir al dueño del establecimiento hasta una peluquería, quitarle las llaves sin que se diera cuenta y robarle mientras le cortaban el pelo. El botín fue de más de 10.000 euros.

Fueron cuatro personas de origen latinoamericano, según la propia víctima, Fermín, que regenta la joyería Antón, situada en la avenida de Madrid de la capital aragonesa. Ahora, la Policía Nacional trata de identificarles y detenerles, ya que fueron grabados por las cámaras de seguridad de este comercio. No utilizaron guantes ni tampoco se cubrieron el rostro con ningún tipo de prenda.

Todo ocurrió sobre las 13.10 horas cuando Fermín cerró su joyería para irse a cortar el pelo. Fue a un establecimiento muy cercano regentado por un padre y un hijo. Cuando estaban lavándole la cabeza entraron dos de los sospechosos y empezaron a hacer preguntas al peluquero para tratar de despistarle, y lo consiguieron.

"Uno de ellos quería saber si podía traer a unos 15 niños para hacerles arreglos, mientras que otro mostró interés con respecto al horario de cierre porque quería llevar a su padre", señalaba Fermín, mientras reconocía que el comportamiento les extrañó desde el principio.

Entonces, uno de ellos fue hasta el bolso que tenía colgado en un perchero y le quitó las llaves. "Tuvieron que seguirme para saber que las llevaba ahí", recalcó.

Mientras le estaban cortando el pelo, los ladrones entraron en la joyería y le quitaron varias joyas de uno de los escaparates. No contaban con que iba a sonar la alarma, por lo que no se llevaron una gran cantidad, si bien el asalto fue muy rápido. La central de seguridad llamó a la víctima para avisarle que había saltado el aviso de robo, pero que no se preocupara porque "por las cámaras no se veía a nadie".

Sin embargo, cuando pagó por su corte y fue a echar mano de las llaves se dio cuenta de que no las llevaba y se fue corriendo hacia su establecimiento. Observó que la persiana estaba bajada, pero faltaba el candado y al levantarla vio que uno de los bustos estaba sin las joyas.

Fermín espera que la Policía Nacional les arreste pronto para conseguir recuperar el material sustraído.