Ofrecer alternativas para no tener que dejar la bicicleta en casa. Es el propósito de los colectivos que hoy se reúnen en el Observatorio de la Bicicleta para analizar los efectos de la sentencia del Tribunal Supremo (TS) sobre la circulación en bicicleta por la ciudad.

Sobre la mesa habrá propuestas como seguir con la construcción de carriles bici en las avenidas, la señalización clara de los tramos de acera en los que ciclistas y peatones puedan compartir espacio y la pacificación de las calles secundarias para que los ciclistas cumplan con la obligación de abandonar las aceras. "Vamos a pedir al gobierno de la ciudad que haga un gesto para no condenar a su suerte al ciclista en la calzada", avanzaba ayer Alberto Lorente, del colectivo Pedalea, quien recordó que otro de los propósitos es "velar por la seguridad de los peatones. Siempre defendimos que el impuso de la bici era para lograr una ciudad mejor".

Ciclistas apurados en calles empinadas para alcanzar los exigidos 25 km/h, niños protegidos con cascos pero obligados a ir por la peligrosa calzada... La colección de situaciones rocambolescas que plantea la aplicación estricta de la anticuada normativa estatal causa incredulidad entre los colectivos, que confían en que finalmente impere el sentido común. El presidente del Observatorio, Pablo Muñoz, confía en que la burocracia retrase al máximo la ejecución de los efectos de la sentencia para que dé tiempo a que entre en vigor el reglamento de la nueva Ley de Tráfico, previsto para final de verano y sí contempla la realidad de la bici. En caso contrario, advierte Muñoz, "sería llevarnos de vuelta a los años 20". Acera Peatonal acusa del problema a la "manga ancha del ayuntamiento sobre el incumplimiento de la ordenanza en lo referente a la prohibición de circular por las aceras" y la inacción "por no impulsar campañas divulgativas sobre la ordenanza".

Para Arturo Sancho, de Pedalea, sigue habiendo cuestiones por aclarar, como "qué va a ocurrir con espacios como la plaza del Pilar o la calle Alfonso. Allí hay zonas de carga y descarga y en un lateral del ayuntamiento los coches oficiales entran sin problema". Al menos, la polémica generada ha estimulado el debate sobre la movilidad. Para David Arribas, del colectivo Pedalea, "servirá para mejorar la situación en las aceras y que en la calzada se tenga en cuenta de una vez a la bici". Muñoz es de la misma opinión: "La sentencia puede ser una buena excusa para dar prioridad al uso de la bicicleta en la calzada".