Seis de cada 10 menores extranjeros no acompañados examinados en la comunidad aragonesa por un equipo médico al despertar sospechas sobre su edad real resultan ser, en realidad, adultos, es decir, tener 18 o más años. Son exactamente el 64,71% de los casos vistos desde que, en octubre del 2019, se empezó a aplicar este procedimiento de verificación en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), dependiente de la DGA.

En ese periodo, del que quedaron excluidos los meses de confinamiento, hubo 22 migrantes que fueron considerados adultos y 12 adolescentes que, efectivamente, resultaron ser menores de edad, lo que representa el 35,29% restante. En total, los auténticos y los falsos menores estudiados por el denominado Equipo de Valoración de Edad en Aragón fueron 40. Se hizo en tres tandas: el último trimestre del 2019, el primero del 2020 y de mayo a a diciembre de este ejercicio.

Estos datos, facilitados por la Dirección General de Justicia del Gobierno de Aragón, revelan la magnitud del fraude existente en los denominados menores extranjeros no acompañados, que una vez en España tienen derecho a un estatuto y tratamiento especiales en función de su edad, con ventajas en el ámbito jurídico y en el judicial.

Radiografía dela dentadura

El procedimiento de verificación de la edad se puso en marcha en octubre del 2019 a petición de la Fiscalía de Menores en Aragón, dado que, con cierta frecuencia, los miembros del ministerio público se encontraban con casos de migrantes menores que aparentaban tener más de 18 años y decían ser menores.

Para salir de dudas, se empezó a hacer a los casos dudosos una prueba pericial que tomaba como punto de referencia una radiografía completa de la dentadura. El estado de los terceros molares o muelas del juicio, entre otras piezas dentales, arrojaban luz sobre la edad «aproximada» de quienes decían ser menores de edad, según indican fuentes del IMLA.

Este sistema de comprobación funcionó muy bien, a petición siempre de la Fiscalía de Menores, hasta que la pandemia de coronavirus obligó a restringir numerosas actividades en el campo de la medicina ante el riesgo de contagio.

Sospechas fundadas

Por meses, la distribución de los menores y jóvenes examinados es de 1 en octubre del 2019, 7 en noviembre y 3 en diciembre del mismo año. El 2020 se abrió con 1 solo caso en enero, 10 en febrero, 4 en marzo, 4 en mayo, 3 en junio, 1 en octubre, 5 en noviembre y 1 de nuevo en lo que va de diciembre.

Las peticiones de valoración se realizan todos los miércoles en las instalaciones del Instituto de Medicina Legal de Aragón, adonde se desplaza un odontólogo que realiza una radiografía de la boca de los migrantes no acompañados propuestos por el fiscal. Se han dado casos de jóvenes que decían tener 14 años pero luego se demostró que superaban los 20.

«Estas pruebas se hacen siempre que existen fundadas sospechas de que un migrante no acompañado quizá no tiene la edad que afirma que tiene», explica un portavoz de la Dirección General de Justicia.

Evitar la convivencia con mayores

«La idea no es tanto destapar casos de fraude como evitar que los menores convivan con adultos, pues eso supone vulnerar los principios en los que se basa la política en esta materia tan delicada y que busca ante todo ofrecer protección al menor edad», continúa.

El sistema de verificación, por otro lado, informa la DGA, presenta un índice de acierto «alto», sobre todo a raíz de la implantación de las radiografías de la dentadura, dado que el sistema anterior, que consistía en estudiar los huesos de la mano «fallaba en ocasiones», según la misma fuente.

Una máquina determina los años

La máquina que permite aproximarse a la edad real de las personas mediante el análisis de la composición, estado y desarrollo de su dentadura, se denomina ortopantógrafo. Un odontólogo, apoyado en un especialista en antropología forense y dos médicos de los que prestan sus servicios en los juzgados conforman el equipo de valoración de la edad. Las pruebas se llevan a cabo en el Instituto de Medicina Legal de Zaragoza, ubicado junto al hospital Royo Villanova.