La noche se le fue de las manos el pasado viernes a un grupo de seis jóvenes zaragozanos, que no solo acabaron la juerga en el hospital Clínico sino que necesitaron de la intervención policial para arroparles. Hasta seis patrullas del Cuerpo Nacional de Policía, 12 agentes, acudieron al centro sanitario a calmar al grupo, que presentaba una actitud cada vez más violenta y hostil hacia el personal y los pacientes. Pese al altercado, no llegó a haber agresión y los jóvenes no fueron detenidos ni imputados por alteración del orden público.

Según detallaron fuentes policiales, el suceso se desencadenó el sábado por la mañana, cuando seis jóvenes de entre 24 y 27 años, chicos y chicas, acudieron a urgencias porque dos de ellos se encontraban en muy malas condiciones. De hecho, fueron ingresados en la unidad de cuidados intensivos, y aunque ya han salido de la uci, siguen hospitalizados.

Tanto ellos como sus cuatro compañeros presentaban síntomas evidentes de estar bajo los efectos del alcohol y las drogas, con "severos ataques de ansiedad", según los describió el personal sanitario. Algo relativamente común en Urgencias cualquier fin de semana, que no habría pasado de ahí si no se hubiesen puesto violentos.

Pero con las preguntas y atenciones de los facultativos, el grupo comenzó a presentar una actitud cada vez más hostil, llegando incluso a autolesionarse. Ante el temor de que agrediesen a otros pacientes o dañasen las instalaciones, los responsables del servicio llamaron a la Policía.

Hasta el lugar se desplazaron seis patrullas de la Policía, que comprobaron cómo los jóvenes se iban poniendo cada vez más agresivos. Finalmente tuvieron que reducirlos, aunque no llegaron a agredir a los agentes, aclararon.

No solo los dos que estaban en peores condiciones, sino que todos los jóvenes del grupo tuvieron que ser hospitalizados para tratarles por su intoxicación. Cuatro ya tienen el alta.

HEROÍNA

Tras el análisis de sangre que les practicaron, los doctores hallaron trazas de varias drogas, entre ellas anfetaminas, heroína y cannabis, además de una buena cantidad de alcohol. Un cóctel que, según fuentes policiales, podría haber llegado a ser mortal.

Los agentes no pudieron denunciar a los jóvenes por posesión de drogas, ya que ya las habían ingerido, ni consideraron el altercado de suficiente entidad como para constituir una alteración del orden público sancionable. Aunque sí la dieron a conocer para alertar del peligro del consumo, y más aún de la combinación en altas dosis, de estas sustancias.