La línea de alta velocidad entre Madrid y Lérida seguirá funcionando a medio gas porque el innovador sistema de comunicaciones ERTMS aún no está listo para permitir a los trenes alcanzar puntas de 300 kilómetros por hora. Distintas fuentes de la sociedad estatal del AVE (GIF) aseguraron a este diario que las pruebas evolucionan positivamente, pero nadie se atreve a poner fecha.

El último compromiso del exministro Alvarez Cascos fijaba para el próximo mes de junio la posible entrada en servicio del ERTMS, imprescindible para que los trenes puedan superar los 200 km/h y se aprovechen las características de una infraestructura diseñada para admitir trenes a 350 km/h.