Solo una cuarta parte de los conductores respeta el límite de velocidad de 30 kilómetros por hora de las vías pacificadas en Zaragoza. Así lo ha denunciado el colectivo Pedalea, que ha comenzado su propia campaña de control del tráfico para hacer visibles las dificultades con las que se encuentran las bicicletas en la capital aragonesa. Las mediciones que ha realizado el colectivo --se ha registrado la velocidad un total de 112 vehículos en dos vías distintas-- determinan no obstante que la velocidad media es solo ligeramente superior a lo máximo permitido, alrededor de 35 kilómetros por hora, pero han detectado vehículos que han circulado hasta a 78 kilómetros por hora.

"Nuestra intención no es que se multe más, sino que se respete la bicicleta en la calzada. Hay muchas críticas sobre su uso en aceras, y tienen razón, pero muchas veces los ciclistas no se sienten seguros en la calzada", asegura el portavoz del colectivo ciclista Quique Prats. "En su día hubo un consenso político para que se garantizase esta velocidad mínima. Ahora debería haber también una presión para que se cumple la ley", asegura.

EL RADAR

Este es el primer paso de una campaña con la que Pedalea quiere estudiar el grado de respeto a la bicicleta en las calzadas de Zaragoza. En esta fase, el objetivo del colectivo ciclista es detectar si se cumple la limitación de velocidad de 30 kilómetros hora establecida para las calles pacificadas. Para ello, Pedalea ha utilizado un radar homologado Bushnell Speedster III, que registra la velocidad de los automóviles con un margen de error de 1,6 kilómetros por hora.

El pasado miércoles tuvieron lugar las primeras mediciones, que registraron la velocidad de 112 vehículos, 43 en la calle Arzobispo Morcillo y 69 en la calle Manuel Lasala. Según indicaron desde Pedalea, estas vías fueron elegidas porque son calles pacificadas largas, "de mucha utilidad" para los desplazamientos en bicicleta.

"Los resultados indican una tendencia preocupante", aseguran desde Pedalea. Menos de un 25 % de los conductores respeta la limitación de velocidad a 30 km/h, mientras que otro 25% circula a más de 40 km/h, es decir, superando un 33% la velocidad máxima permitida. Y se llegaron a registrar velocidades de hasta 78 kilómetros por hora. Según explicaron, numerosos estudios coinciden en que por debajo de 30 km/h un accidente casi nunca es mortal, mientras que la mortalidad se dispara a partir de 40 o 50. "La limitación no se cumple, por lo que el uso de estas calzadas sigue siendo percibido como peligroso por numerosos ciclistas.

A ello se debe añadir que la velocidad y el volumen del tráfico en las avenidas principales también disuade a muchas personas de utilizar la bici", denuncian.

Esta campaña se realiza en medio de la polémica por el uso de las bicicletas por las aceras, tras una sentencia del Tribunal Supremo que asegura que la ordenanza zaragozana es ilegal al permitirlo y tras la publicación de la nueva ordenanza de tráfico, que también veta las bicis.

"Para adherirnos al consenso, aceptamos la circulación de bicis en aceras anchas de más de más cuatro metros, pero nosotros defendemos que hay que circular por la calzada o por carriles bici", recuerda Prats.