Aunque la situación ha mejorado mucho y lo peor de la cuarta ola también parece haber pasado en la provincia de Teruel, el territorio es el que peores datos tiene en la comunidad con 161 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que a nivel nacional sigue arrojando las peores cifras, junto a Soria, a siete (161 casos) y catorce días (480 casos).

Teruel ciudad, por su parte, es la única localidad de Aragón que mantiene el confinamiento junto con unas medidas restrictivas agravadas. Las mismas que dejó atrás hace una semana Alcañiz al alcanzar una incidencia de 162 casos por cada 100.000 habitantes, algo de lo que todavía está lejos Teruel, que presenta 215 casos en estos momentos. Por tanto, cualquier relajación de las restricciones en la ciudad tendrá que esperar, lo mismo que su desconfinamiento.

En medio de este contexto epidemiológico, en el que el covid ha golpeado con fuerza a la provincia en esta cuarta ola, el problema ya endémico de la falta de especialistas vuelven a resurgir tras conocerse que, el próximo mes de mayo, la jefa de Otorrinolaringología del hospital Obispo Polanco deja su puesto y se traslada a Zaragoza. «Llevamos 15 años soportando la misma situación y este es un problema que viene de atrás, de recursos humanos. Hay que tomar decisiones distintas porque sino van a hacer que este hospital muera, que desaparezca, porque lo que se teme ahora es un efecto dominó», explicaba ayer a este diario Jesús Martínez Burgui, delegado del sindicato Cesm en Teruel y presidente de la Junta de Personal del Polanco.

Otras plazas

La situación en Otorrino viene de atrás, pero a ella también se suman «problemas» para cubrir, en diferentes momentos, las plazas en Pediatría, Cardiología o Rehabilitación. En esta última queda una persona de las tres que había. «Hace algo más de un año se hizo una gran manifestación reclamando más garantías sanitarias en la provincia y no se ha hecho nada», recordaba Martínez.

«En Traumatología hay una plaza que lleva casi dos años sin cubrirse. En Oftalmología, de seis vacantes hay cuatro cubiertas y, de estas, dos están de baja por maternidad, por lo que tiene que venir gente de Zaragoza», apunta. En ese temor del efecto dominó está la edad de los especialistas que ocupan las plazas fijas del Polanco, quienes en unos años se jubilarán y entre la plantilla no se tiene la sensación de recambio.

«En Cardiología, por ejemplo, rondan los 60 años; en Radiología son mayores de 55 años. Si nadie quiere venir aquí y el que lo hace en cuanto puede se marcha, ¿qué futuro le espera al hospital? Irá cayendo una especialidad tras otra», consideró este sanitario.

También los incentivos económicos «deberían mejorar» porque hacer «seis o siete guardias» puede ser «muy desesperante». En este sentido, Martínez apuesta por «sobredimensionar» las plantillas y disponer de recursos humanos suficientes «para que no llegue un viernes y te encuentres que no hay nadie», dice.

Martínez apunta que no son cambios «inmediatos», pero que si se hubieran tomado hace 15 años, «cuando el problema ya existía», ahora la realidad sería otra. «No es una cosa de la gerente ni del director. Esto es algo de la consejería, por la que han pasado partidos de varios colores en todo este tiempo y la sensación es que lo que se ha hecho han sido parches», apunta.

La estructura de la bolsa

Para Martínez, cambiar la estructura de la bolsa y el sistema de contratación sería lo correcto para remediar la situación. «El problema es que siempre se ha hecho y así se ha quedado estancado. Se asume como algo que funciona de esta manera y punto. No hay innovación, no hay posibilidad de mejora y cuando alguien se coge una excedencia, se debería llamar al siguiente de la lista. Pero no hay normativas para ello y entones siempre sucede lo mismo», explica.

En el caso de la vacante de Otorrinolaringología que quedara libre en mayo, fuentes del Departamento de Sanidad de la DGA indicaron ayer que se tratará de cubrir la plaza con interinos y contratos mientras sale la oferta de empleo. «En estos momentos hay tres plazas y las tres están ocupadas. Además, hay un contrato de guardias», indicaron.

Un cambio en la gestión de los recursos, por ejemplo, también ayudaría a mejorar la atención. «Solo hay cuatro quirófanos que si se usaran mañana y tarde, sería un revulsivo. Hay cosas para innovar y atraer personal, hay otras que mejorar y otras que cambiar totalmente. Si las tres se hacen, el futuro del hospital está asegurado», añadía Martínez. A pesar de todo, la «preocupación» en el Polanco está ahora en la alta ocupación de la uci con pacientes covid. «Tenemos seis y ese es el problema más grande. Lo demás si se quiere, tiene solución», decía