El secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá, explicó ayer que, a pesar de la inversión realizada, de momento no se puede terminar el túnel de la A-68 en Zaragoza por falta de recursos presupuestarios. Catalá contestó a la pregunta de la senadora del PAR por Zaragoza Rosa Santos sobre las obras de esta infraestructura, que finalizaron en el 2008 pero no se puso en servicio por "razones que la ciudadanía zaragozana no conoce", aunque no detalló cuáles. Cuando el PP estaba en la oposición, fueron recurrentes las críticas del actual portavoz del PP en el consistorio, Eloy Suárez, por no abrirse.

El secretario de Estado indicó que para terminar el proyecto es necesario poner a la venta suelo para generar disponibilidad de recursos y de momento se han invertido 34,1 millones de euros, pero no se ha podido poner en servicio porque quedan por completar elementos de seguridad, del sistema de suministro de energía, de alumbrado, del control del aire, de la ventilación y de detección y extinción de incendios. Se trata de un presupuesto global de casi 23 millones de euros que, en estos momentos, "no es posible llevar a cabo", dijo Catalá.

Por otro lado, el senador del PAR por Teruel, José María Fuster, preguntó al secretario de Estado por la previsión de obras de la N-232 en la comunidad aragonesa y Catalá anunció que se retomarán las obras de Ráfales al límite de la provincia con Castellón este año. El secretario de Estado reconoció que el corredor "necesita inversión y es estratégico" y, por ello, ha puesto en marcha diferentes actuaciones. Hasta el 2017, este tramo está dotado con 5,9 millones y espera poder aumentar su dotación presupuestaria.

El ministerio ha dado prioridad a dos proyectos de duplicación de la N-232, entre Figueruelas y Gallur y Gallur y Mallén, que están muy avanzados y está previsto que se puedan licitar, y existe otro entre Zaragoza y Fuentes de Ebro.