La localidad zaragozana de Used volvió a cumplir ayer con la tradición y bajó la compuerta de la laguna de La Zaida para inundar los campos de La Parada, que este año han permanecido en secano para su cultivo. Se trata de una celebración con cinco siglos de trayectoria y que, como explica el alcalde del municipio, Fernando Sánchez, «el pueblo recibe con los brazos abiertos» por el significado que tiene.

La compuerta se abre y se cierra cada año para permitir el cultivo o el barbecho de La Parada, que antaño era de propiedad privada pero posteriormente fue cedida al ayuntamiento para que el cultivo pudiera ser repartido entre los más desfavorecidos. Actualmente, las parcelas se ceden entre quienes están empadronados en el pueblo.

Antiguamente, la finca estaba delimitada por un muro que se construía o se derrumbaba cada año, hasta que finalmente un pescador decidió poner una compuerta para facilitar el trabajo, según explicaron fuentes del Ayuntamiento de Used.

Una vez inundada La Parada, el agua sobrante servirá para alimentar la laguna de Gallocanta, que este verano se ha vuelto a secar por la falta de lluvias.

Esta tradición sirve para fertilizar y enriquecer las tierras del mismo modo que hacían los egipcios encauzando el agua del río Nilo a una orilla del río o a la otra. Se considera un ejemplo de desarrollo sostenible que dista desde el siglo XV en actas de la junta que entonces regulaba la laguna.

UN ACTO ENDULZADO

Varias decenas de personas, la mayoría de ellos vecinos de la localidad de Used, no quisieron perderse este tradicional y sentido acto, que se celebró a las 9.30 horas de la mañana. Además del componente sentimental que esta tradición tiene para este municipio, había un aliciente añadido para acudir a la cita. No en vano, el consistorio ofreció un chocolate con torta de la panadería del municipio a todos los que se acercaron al lugar para disfrutar de esta tradición que organiza la asociación de La Zaida,

La finca tiene una extensión aproximada de unas 200 hectáreas y en ella se cultiva básicamente cereal. La laguna de agua dulce sirve además de refugio para las aves migratorias, que comen y duermen en el lugar una vez se produce la inundación del terreno. No existe nada parecido en toda España, ya que la finca se encuentra fuera del catálogo de humedales.