El uso de la mascarilla será obligatorio finalmente en Aragón en espacios abiertos aún cuando se pueda respetar la distancia de seguridad. La DGA ya abrió hace unos días la puerta a adoptar esta medida cuando Cataluña hizo su particular anuncio y Lambán no vio con malos ojos el poder endurecer las restricciones en la comunidad. La situación se ha precipitado ante la explosión de casos aislados en los últimos días, sobre todo en Zaragoza capital, y la aparición de nuevos focos de alerta.

Los detalles de la orden, que se publicará este lunes en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) y será entonces cuando entre en vigor la normativa, determinarán el tipo de sanciones económicas a las que se expondrá el ciudadano que no lleve la mascarilla. También en el documento se especificarán las condiciones de uso, así como en qué situaciones estará exenta su utilización (deporte, personas con patologías o con discapacidad).

Mientras institucionalmente se adoptan medidas, epidemiológicamente los casos siguen al alza en Aragón. Ahora mismo, la comunidad está pendiente de varios focos, así como de tomar una decisión sobre la desescalada en las cuatro comarcas que están en fase 2. Está previsto que este lunes, ya con los datos del fin de semana, se aborde la situación con los alcaldes y presidentes comarcales para ver si estos días vuelven a la normalidad, pero nada está decidido.

CENTROS DE SALUD / A la espera de saber qué pasa en los territorios más orientales, los positivos se siguen reproduciendo en Zaragoza capital, donde se está pendiente de las pruebas realizadas al entorno más próximo del contagiado detectado en Mercazaragoza.

Donde han aparecido nuevos casos vinculados al brote de la boda de Tudela (Navarra) es en el centro de salud de Las Fuentes, donde, según ha podido saber este diario, al menos se ha confirmado en las últimas horas hasta seis casos relacionados con esta celebración. Todos ellos se unen al joven de Tarazona comunicado el sábado y que estuvo en contacto con los enfermos tras la boda en el hospital Reina Sofía de Tudela, donde trabaja como enfermero. Al mismo tiempo y vinculado a su caso, se está pendiente de las PCR realizadas a su entorno y a los usuarios del polidepotivo de Tarazona, al que fue cuando desconocía su positivo.

El incremento de casos ha devuelto la presión asistencial a los centros de Atención Primaria, que vuelven a acumular una alta carga de trabajo. Son la primera puerta del sistema sanitario y en ellos se realizan las pruebas a los contactos más estrechos de los contagiados. También es aquí donde se ubican muchos de los equipos de rastreo, que han visto como su labor se ha dificultado en los últimos días con la aparición de afectados sueltos sin vinculación a grandes brotes.

En muchos de Zaragoza capital la demanda ha crecido y las citas a pacientes empiezan a adquirir cierta demora. El Salud reforzó las plantillas para la época estival, pero lo cierto es que hay sanitarios que se han ido de vacaciones y la organización, ante el aluvión de pruebas, se está complicando.

Albalate de Cinca / Por otro lado, en la localidad oscense de Albalate de Cinca (que se encuentra en fase 2) se ha cerrado un restaurante del municipio tras conocerse el positivo en uno de sus cocineros, según pudo saber este diario. Además, el ayuntamiento informó en un bando que, tras conocerse varios contagios esta semana, se ha procedido al aislamiento de varios temporeros en los vestuarios del campo de fútbol.

En paralelo también se está pendiente de conocer nuevos datos es en Sádaba, donde hay un brote activo tras una cena de amigos con al menos 12 positivos confirmados. Todos son jóvenes y se encuentran bien de salud. Así, se está a la espera de unos 100 test de coronavirus que se han realizado desde el pasado viernes a todos los contactos estrechos de quienes asistieron a dicha reunión.

Tras conocerse el brote se cerraron los espacios de ocio y deportivos como la piscina, así como los bares y las terrazas para evitar que hubiera zonas de contacto entre la población. En principio este lunes todos estos espacios volverán a reabrir cumpliendo las medidas de seguridad y aforos. «Los vecinos lo han entendido y la movilidad ha sido más reducida», dijo.

El brote de Sádaba salpicó La dirección del centro Amibil aisló a cuatro usuarios y a ocho trabajadores como prevención, mientras que la trabajadora, que tan solo asistió un día a esta instalación, también está confinada.