La Asociación Vecinal de Casetas pide al Ayuntamiento de Zaragoza que prohiban radicalmente el tránsito de camiones de grandes dimensiones y de tractores por el casco urbano de la localidad, especialmente, por el paseo Ciudadano - la avenida Logroño y antigua N-232- y por calles adyacentes.

El problema radica en que es una vía que no está adaptada para el tráfico constante de estos vehículos ya que su circulación está prohibida, excepto para acceder a dos polígonos industriales próximos. El responsable de Movilidad de la Federación de Asociaciones Vecinales de Zaragoza, José Luis Almenara, explicó que desde la A-68 se puede acceder «aunque se dé más rodeo», en el caso de los camiones, y desde las vías alternativas «que se habilitaron para los tractores y que apenas utilizan».

Estos accesos se construyeron en el 2014 tras presionar a la Delegación del Gobierno pero «los conductores se excusan en esta excepción y en que el GPS les guía por este camino para circular libremente por las vías urbanas», explicó.

Por el momento, no se han producido incidentes de gravedad aunque, según Almenara, «una vez un camión se subió a la acera porque calculó mal la maniobra para girar de una calle a otra y rompió un semáforo. Eso podría haberse evitado si estuviera totalmente prohibida su circulación».

Antiguamente, la N-232 cruzaba el barrio rural y los vecinos lucharon por que se hiciera una circunvalación para evitar el tránsito de la carretera por el núcleo urbano. En el 2007, este tramo se convirtió en el paseo Ciudadano, al tratarse de una vía más y «tiene tráfico propio del barrio, turismos particulares y camiones de pequeñas dimensiones para repartir mercancía a los negocios», indicó.

Por otro lado, los autobuses también circulan por la avenida Logroño pero en este caso «es diferente porque prestan un servicio al ciudadano y su recorrido no tiene ninguna complicación ni causa peligro al viandante», alegó Almenara.