La calidad del aire en Zaragoza es buena. Esta es la conclusión de los informes anuales del 2018 y 2019 (provisional) sobre los niveles contaminantes de la ciudad, que se sitúan «lejos» de los valores límite que establece la normativa y que permiten confirmar la tendencia de estabilización durante la última década, dejando atrás los años previos a la Expo, cuando se registró un pico de las partículas contaminantes.

El ayuntamiento va a seguir trabajando por mejorar la calidad del aire, pero no lo hará con medidas drásticas. Al menos no por ahora porque, a priori, no entra en los planes del Gobierno municipal tomar ejemplo de otras ciudades como Madrid, y limitar el acceso al centro de aquellos coches de mayor antigüedad.

Lo que sí se va a hacer es mejorar el sistema de predicción de la contaminación atmosférica (Precoz 2) que ofrecerá información con 48 horas de antelación segregando, incluso, los datos por calles. Este le permitirá al consistorio actuar con tiempo en el caso de que se prevean situaciones en las que se van a superar los límites, ha explicado la concejala de Medio Ambiente, Patricia Cavero. Existe un protocolo de actuación para estos casos que en Zaragoza son excepcionales. En el 2018 solo hubo tres días en los que se rebasó el límite diario de partículas en suspensión PM10, como el polvo. Este año ha sucedido en cinco ocasiones.

CLIMATOLOGÍA / La jefa de sección de Prevención Ambiental, Nieves López, ha explicado que en todos los casos se debió a una situación climatológica adversa. Sucede, sobre todo, cuando hay las rachas de viento proceden del norte de África porque arrastra gran cantidad de partículas en polvo. En cambio, cuando sopla el cierzo sucede todo lo contrario y limpia el ambiente.

No todos los barrios tienen la misma calidad de aire, aunque las diferencias son mínimas. En Zaragoza hay ocho estaciones de medición ubicadas de forma estratégica como polígonos o calles con tráfico denso. Según los informes, se han reducido ligeramente los niveles de dióxido de nitrógeno, que dependen del tráfico, con la excepción de la estación de Avenida Soria, donde se ha habido un repunte de PM10.

La industria, el abuso del vehículo privado y las calefacciones incrementan los niveles contaminantes en la ciudad. En el 2015 (últimos datos con los que cuenta el ayuntamiento), en CO2 por habitante el sector industrial representaba el 52%, el residencial 23% y la movilidad 17%.

El consistorio quiere llevar a cabo acciones globales con las empresas para reducir sus emisiones. A menor escala, quieren hacerlo en las viviendas.