La reforma de la plaza de San Juan de los Panetes de Zaragoza, que se ha inaugurado hoy, permite a la ciudad "mantener viva" la memoria de las víctimas del atentado terrorista de ETA que se cobró la vida de dos personas en ese lugar el 30 de enero de 1987 y causó heridas a otras 25.

En el lugar en el que explotó un coche bomba al paso de un furgón militar se ha colocado una inscripción que reza que Zaragoza "guarda aquí conmovida la memoria permanente de las víctimas", ante la que el alcalde, Juan Alberto Belloch, y el comandante militar de Zaragoza, Jerónimo de Gregorio, han colocado hoy una corona de flores.

Esta inscripción, cuyo texto ha sido redactado por Guillermo Fatas, quien ha asesorado al Ayuntamiento en la remodelación de este espacio urbano, se complementa con la escultura "Corazones rotos", que se sitúa en el suelo del entorno y que ha sido cedida gratuitamente por Carlos García Lahoz, en homenaje a las víctimas del terrorismo a las que no olvidar "dignifica a las naciones y a la democracia".

Belloch ha indicado en declaraciones a los medios tras el acto, en el que han participado familiares de las víctimas, representantes municipales y militares, que en España "no recordamos suficientemente a nuestros muertos cuando es algo que dignifica a la ciudad y a la nación" y ha añadido que rectificar esa línea y mantener viva la memoria de las víctimas es algo "extremadamente positivo".

Por su parte, el comandante militar de Zaragoza, Jerónimo de Gregorio, ha señalado que ese homenaje es una "bonita manera de recordar a los que dieron su vida por la patria" ahora que no se padece la violencia terrorista y que hay que honrar "a aquellos que la padecieron".

También se han mostrado agradecidos por este recuerdo Enrique García Arias, quien sufrió lesiones en el atentado en el que murieron el comandante Manuel Rivera y el conductor civil Ángel Ramos, y Héctor Sánchez, nieto del teniente coronel Jerónimo Tavira, fallecido el pasado mes de septiembre, que resultó herido grave por la explosión.

El recuerdo a las víctimas de este atentado se ha incluido en la remodelación de la plaza de San Juan de los Panetes que se ha hecho, según Belloch, con la participación no sólo de asesores sino de colegios de ingenieros y arquitectos y de 3.500 ciudadanos a través de las sugerencias planteadas en la web del ayuntamiento.

La reforma da prioridad a lo peatonal sobre el tráfico rodado ya que se ha actuado en 4.200 metros cuadrados de los que 3.200 son peatonales, ha destacado el alcalde, quien ha resaltado también la puesta en valor, con esta remodelación, de los restos históricos de la muralla romana y la reforma de la escalinata de acceso a la propia iglesia.

El presupuesto de la obra, realizada por Idom, ha ascendido a 371.000 euros sufragados por la sociedad del Tranvía de Zaragoza, ha recordado, antes de señalar que la realización de una segunda actuación que abarque a la Plaza del Pilar y al Mercado Central sería "un sueño" que puede que haga "algún alcalde" pero no él.

Belloch ha apostado, en este tiempo en el que no hay presupuesto, por abrir "procesos de participación" para que esa actuación cuente con el máximo consenso y ha señalado que esa reforma "a la larga, sin duda, deberá hacerse" porque se va hacia peatonalización "integral" del casco histórico.

En este sentido, ha señalado que el problema no es tanto el final sino cómo se hace y ha añadido que debe ejecutarse "gradualmente y escuchando a todo el mundo" y que ése es "el único consejo" que se atreve a dar a su sucesor, "Carlos Pérez Anadón, el próximo alcalde", ha dicho.

Por su parte, el arquitecto de Idom Antonio Lorén, ha explicado que la actuación llevada a cabo ha consistido en la limpieza de objetos y mobiliario urbano, la unificación del pavimento para evitar barreras arquitectónicas y la incorporación de la escalinata que da continuidad a la iglesia de San Juan de los Panetes con la plaza y eliminando el muro de contención que había antiguamente.

Para evitar los problemas de accesibilidad, Lorén ha señalado que hay soluciones propuestas que plantean la creación de una rampa que conecte con el Torreón de la Zuda, todavía sin presupuestar dado que dependería de cómo se abordara, si desde la misma plaza o desde el Paseo Echegaray y Caballero.