El operativo desplegado en Cataluña volvió a requerir la presencia de agentes de la Policía Nacional destinados en Zaragoza. Concretamente, efectivos de una de las Unidades de Prevención y Reacción (UPR) se desplazaron ayer a Barcelona, para alojarse en uno de los barcos atracados en el puerto de la Ciudad Condal, en previsión de futuros dispositivos.

El envío de la mitad de una de estas unidades no supone una gran merma para los efectivos en Zaragoza, teniendo en cuenta que habitualmente hay dos UPR completas, y recientemente se creó una nueva con agentes destinados en otros menesteres pero con el curso de Seguridad Ciudadana realizado. No obstante ha reavivado el malestar en el cuerpo por la situación de otros efectivos, particularmente de la Unidad de Intervención Policial (UIP), que llevan más de un mes hacinados en el barco de Tarragona.

La situación no es ni mucho menos exclusiva de la unidad de Zaragoza, explicaron fuentes policiales, sino que se extiende a multitud de agentes, también de la Guardia Civil, que se están viendo sin relevo. Entre otras cosas, porque la mayoría de estas unidades antidisturbios (UIP en la Policía Nacional, Grupos de Reserva y Seguridad -GRS- en la Guardia Civil) están ya desplegadas en Cataluña.

El otro foco de malestar en las fuerzas de seguridad es la equiparación salarial con las policías autonómicas, que tampoco termina de resolverse pese a la aparente buena disposición del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. Hasta ahora, recordaron fuentes policiales, el apoyo solo se ha traducido en la aprobación de una Proposición No de Ley en el Congreso, a propuesta del Partido Popular, pero esta apenas pasa de una declaración de buenas intenciones.

El ministro, en una reunión con sindicatos policiales y asociaciones de la Guardia Civil, prometió estudiar sus propuestas de ir aumentando progresivamente las nóminas, pero por el momento no ha habido concreción.