El Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido limitar el aforo de los tranvías y autobuses para poder garantizar la distancia de un metro entre sus pasajeros y evitar contagios. Una medida que, en realidad, no va a alterar la rutina actual de los usuarios porque desde el pasado viernes muy pocos son los que salen de casa y los que optan por utilizar el transporte público para desplazarse, con una caída de pasajeros entre el 80 y el 90%.

En el caso del Urbos 3, con una capacidad máxima de 192 usuarios, se ha decidido limitar el aforo a 70 personas, es decir, a un 36% de su espacio. Los revisores -que denuncian que no pueden trabajar con mascarillas, solo con guantes- realizarán controles aleatorios para verificar que se cumple con esta medida, aunque no está previsto el control sea in situ ni constante.

En los autobuses, que estos días acostumbran a circular vacíos o con pocos pasajeros, solo podrán coincidir 30 personas en los vehículos de 18 metros (de las 90 posibles, un 33% de su capacidad), 17 en el de 12 metros (de las 65 posibles, un 17%) y 14 en el 10 metros de largo (de las 55 posibles, un 25%).

También serán los inspectores los que se encarguen de constatar que se cumple con esta medida. No será complicado porque la mayoría de los asientos no se están ocupando como consecuencia del coronavirus y las recomendaciones, que a tenor de los número registrados de validaciones, se están cumpliendo con éxito.

Pese a la caída en picado en el número de usuarios, el consistorio sigue adoptando medidas que garanticen las distancias recomendadas por las autoridades sanitarias entre los pasajeros.

La primera fue mantener las frecuencias del transporte público para evitar aglomeraciones y esponjar a los pasajeros, aunque en los próximos días anunciarán la reducción del número de vehículos y, por lo tanto, el aumento de las frecuencias. Se hará atendiendo a los picos de demanda que se están produciendo en la situación actual.

Desde el comité de empresa del tranvía y el sindicato CUT del autobús no cesan en sus quejas y siguen reclamando tanto a la contrata del bus, avanza Zaragoza, como a la del Urbos 3, Los Tranvías, que les faciliten material sanitario. Ambas han entregado geles de manos entre sus empleados y guantes entre los revisores, pero insisten en la importancia de las mascarillas.

Medidas de seguridad / Además de desinfectar todos los días los autobuses y convoyes y las paradas, las puertas del tranvía se abren de forma automática y no se puede recargar la tarjeta con dinero. A los autobuses hay que acceder por la puerta trasera y queda prohibido el pago en metálico, de hecho, se han colocado unas cintas limitando el acceso de los pasajeros a la zona del conductor para evitar el tránsito de personas y exponerlos lo menos posible al virus. Motivo por el que tampoco se podrán utilizar los asientos de la primera fila. También se han sellados los orificios de las mamparas de los trabajadores.