Para intentar contrarrestar la soledad que está provocando el coronavirus tanto en las hospitalizaciones de enfermos como en los fallecimientos en los que están prohibidos los funerales, el Arzobispado de Zaragoza tiene previsto habilitar una línea telefónica para dar apoyo a los fieles.

La idea es, según fuentes de la Casa de la Iglesia, que los curas de la archidiócesis estén disponibles para toda persona que esté pasando por un mal momento y puedan ser escuchados por los sacerdotes. De esta forma, quieren suplir la labor que hacen los religiosos en sus día a día cuando las puertas de las iglesias ya están abiertas. Añaden estas mismas fuentes que los fieles podrán también solicitarles que la misa que realizan puedan ofrecerlas en recuerdo de alguien o para que recen por algún paciente.

Una iniciativa novedosa propia de los tiempos del covid-19 que ha hecho repensar la vida cotidiana. Otro ejemplo de cambio dentro del seno de la Iglesia en Zaragoza lo han llevado a cabo los párrocos de las iglesias de San Gregorio y Cristo Rey, Javier Sánchez y Samuel Pérez, quienes copiaron la idea de un colega italiano y han decidido imprimir fotos de sus fieles y pegarlos en los respaldos de los bancos como si hubieran asistido a misa. De esta forma se sienten acompañados cuando ofician misa todos los días.

«Lo vi en la televisión y dije por qué no en mi parroquia, así que les escribí Whatsapp y me empezaron a mandar mensajes con fotografías», señala, reconociendo que se ha quedado sin tinta en la impresora porque se lo comentó a amigos y le dijeron que les incluyera. «Soy consiliario en la cofradía de La Humildad y algún hermano también me ha pedido que lo pusiera», señala satisfecho por la gran acogida de la iniciativa. «Es mi forma de decirles que los tengo a todos presentes en mis oraciones», asevera este párroco que resalta que el hecho de que las iglesias estén cerradas no significa que los curas estén de brazos cruzados.

«Atiendo a muchos feligreses por teléfono, saco rato para pasar al ordenador los registros de bautismo de hace 50 años, hago mucha oración y siempre que llegan las 20.00 horas repico las campanas en agradecimiento de los sanitarios, es mi forma de aplaudirles», recalca Sánchez que recuerda su paso por la capellanía de hospital. «Ojalá pudiera coger de la mano a tantos enfermos que están solos, pero soy consciente de que es inviable por razones de seguridad», sopesa.

SEMANA SANTA

La Semana Santa también va a ser especial este año para el arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez, que ha decidido trasladar todos los cultos a la Santa Capilla del Pilar y aprovechar la infraestructura audiovisual del canal 24 horas de retransmisión para emitir las celebraciones religiosas a través de Youtube.

La misa del Domingo de Ramos será a las 12.00 horas y la misa crismal volverá a sus orígenes el Jueves Santo a las 11.00. Como los sacerdotes, al igual que la ciudadanía tienen que estar confinados, no habrá renovación de sus promesas y no podrán repartirse entre todas las parroquias de la diócesis los santos óleos. Por la tarde, a las 18.00 horas, será la conmemoración de la cena y, como consecuencia del cierre de los templos, no se realizará el tradicional monumento de adoración. Ya el Viernes Santo se realizarán los santos oficios a las 17.00 horas y Jiménez será el único que bese la cruz. El Domingo de Resurreción habrá bendición con indulgencia plenaria.