Fabio Aru todavía no ha cumplido 24 años. Nació en julio de 1990, y es unos meses más joven que Nairo Quintana. Es el ciclista, el único, que encandila a los tifosi, deseosos de que uno de lo suyos se proclame vencedor del Giro el próximo domingo. Corre en el Astana que lidera Vincenzo Nibali. Pero, a poco que repita los demarrajes, el ataque sólido y la victoria en solitario en lo alto de Montecampione, territorio de Marco Pantani, una locura general se apoderará de los seguidores italianos, los que ayer llenaron las cunetas en la cima.

Se observó ayer a un Rigoberto Urán más ofensivo que en Oropa, pero cuyas piernas no acaban de rendir en la montaña. Sufrió y sufrirá para aguantar la maglia rosa. Se vio a Nairo Quintana, al ataque, para continuar arañando tiempo a su compatriota, pero sin estar lo fino que de él se espera, ya que aún debe superar los efectos de los antibióticos, que le curan el catarro. Hoy, descanso y mañana llega el reino de los Dolomitas: Gavia, Stelvio y Val Martelo.