La Casa de Piedra está en el Balneario de Panticosa, a 1.639 metros de altitud. Es un refugio de montaña en pleno G.R.-11, en el gran sendero pirenaico junto al bello ibón de Baños y a pie de carretera. Los que no la conocen se sorprenden, porque parece una casita de hadas. La Casa de Piedra es un lugar ideal para que los niños conozcan en directo la montaña. Es aquí, junto al refugio de Lizara, en Aragüés del Puerto, donde la Federación Aragonesa de Montañismo ha comenzado una experiencia piloto denominada Refu Family.

Segis y Kaloyo, son dos de los más veteranos guardas de refugios en Aragón. Ambos llevan en la Casa de Piedra y en el refugio de Bachimana, situado encima del primero a 2.197 metros, 21 años. «Aunque también llevan mucho tiempo Joaquiné en Estós, Quique Mata en Pineta y los Abajo en Respomuso. Este es un lugar ideal para los chicos puesto que está a pie de coche, es fácil el acceso para las familias y los pequeños pueden llegar bien. Les enseñamos los mapas para hacer excursiones y los niños realizan dibujos que envían a la territorial. Esta iniciativa se nota y hay mucho chaval por aquí», indica Segis.

El guarda recomienda algunas excursiones fáciles por el entorno. «Una de ellas es la subida a los ibones de Urdicuso, también llamadas las Charcas de las Ranas. Se llega por el camino del Garmo Negro, pero desviándose a la izquierda, debajo de la Peña Gabarda. Cuesta una hora y cuarto y es cómodo», dice Segis. También el ascenso al refugio de Bachimaña. «Lo puede hacer un niño de ocho años en dos horas y media. Tiene un desnivel de 560 metros», añade el guarda.

El pico más sencillo es el de Bacias, que está a 2.700 metros. «Pero al Garmo Negro suben muchos niños porque los padres ya andan mucho. También pasan muchos haciendo el G.R.-11». El montañismo es un deporte que es importante inculcar desde las edades más tempranas. «Son los montañeros del mañana. Hay que fomentar la afición en los niños porque si no van aumentando la edad media», apunta. La Casa de Piedra ha llegado a tener años de 7.000 pernoctaciones. «Pero tras inaugurarse Bachimana se reparten, aunque entre los dos tenemos más de 10.000. Sube más gente a Bachimana que a la Casa Piedra porque es más montañero y le quita una hora de camino a los tresmiles», undica

El impulsor de Refu Family fue Mariano Adán, responsable de Iniciación y Comunicaciones en la territorial. «Queremos promocionar las actividades con niños en el entorno de los refugios y ofrecer sus servicios. Buscamos que las familias se acerquen, conozcan los refugios, vean que están abiertos a todo el mundo, no solo al montañero puro y duro y pasen unos días de vacaciones en los refugios. Empezó a principios de julio hasta septiembre», dice.

Las familias reciben unos mapas con unas rutas senderistas marcadas, cuenta también con un crucigrama y se ha organizado un concurso de dibujo para que los niños plasmen su experiencia. «Se han buscado rutas sin dificultas y minimizando los problemas, aunque no hay riego cero. Se ha buscado una ruta muy sencillita y muy corta, que no requiere gran esfuerzo y otras dos más largas. Se han confeccionado con el asesoramiento de los guardas», afirma Mariano Adán.

En Lizara la ruta más fácil tiene dos horas y va por la caseta del Pastor y la cascada Chorrota, la de tres horas visita la Plana Mistresa y hay otra de 3.35 horas que asciende al Puntal Alto de lo Foratón. En Panticosa la ruta sencilla dura una hora y visita el mirador del Pino y el de La Reina. La de dos horas y cuarto sube a la balsa de Luminacha y la de tres horas y cuarto llega al refugio de Bachimana y regresa a Panticosa.