Dos no se pelean si uno no quiere. Así se resume el sencillo partido que ganó el Mann Filter Stadium Casablanca frente a un desaparecido Guipuzcoa UPV. Las locales ridiculizaron a un rival, a priori temible, por un contundente 83-42. De esta manera, el conjunto que dirige Álex Cebrián se pone noveno con 27 puntos y cobra tranquilidad de cara a su permanencia en Liga Femenina.

Como contra el Gran Canaria, las aragonesas salieron a todo trapo y enseguida cobraron ventaja ante un equipo que daba la impresión que estaba con la caraja. El ambiente era festivo, con el pabellón repleto lleno de público y muchos niños asistiendo a la exhibición local. Las aragonesas jugaban a gran ritmo y cobraron una ventaja de 11-5 en el minuto cinco del primer parcial. Vega imponía su ley en la pintura, Mercadal mostraba que está en una segunda juventud, Herrera hacía jugadas de clase y Esparcia firmaba unas espectaculares estadísticas de tiros de campo, con seis canastas de siete intentos.

El UPV no salía del sopor. Por mérito de la defensa rival y por su propia actitud, las vascas fallaban fáciles. Su estadística de tiros de dos puntos fue de un bochornoso 18%. Simplemente con ir a piñón fijo, el Filter superaba al UPV, que bajó los brazos cuando tras el descanso (49-24). La segunda parte Cebrián dio minutos a todas sus jugadores y el UPV fue a la marcheta.

Arancha Muguruza asistió al abrumador dominio del Mann Filter impasible en el banquillo. Era consciente que su equipo no tenía su día. La técnica no dio un grito en toda la segunda parte y asistió a las numerosas canastas de todos los colores de Vega sin inmutarse. Tan solo se mesaba sus cabellos y, de vez en cuando, tomaba un trago de agua. Tras el triunfo, llegó la fiesta con el homenaje al Filter de la batukada de Batería Sambarile.