Agosto, el mes de las vacaciones por excelencia y de las fiestas en los pueblos, empieza en Aragón de una manera muy diferente a otros años por culpa del coronavirus y los rebrotes que asolan a la comunidad. El Gobierno de Aragón ha decidido que, ante el incremento de los casos (este lunes se notificaron 588) y de una curva epidemiológica que todavía no ha llegado al pico, la mejor estrategia para frenar la expansión es extender algunas de las medidas de restricción social a todo el territorio y no solo a zonas concretas. En este sentido, se prohíbe en todo Aragón el ocio nocturno, el botellón y las peñas, mientras que se establece en todas las comarcas que la hostelería tendrá un cierre obligatorio a las 01.00 horas. Asimismo, en lugares públicos y privados deberá haber grupos máximos de 10 personas.

La decisión, que será recogida en una orden que previsiblemente publicará hoy el Boletín Oficial de Aragón (BOA), es «la más idónea» según dijo ayer la consejera de Sanidad, Sira Repollés, para poder adelantarse a la aparición de más casos, sobre todo en los territorios donde la incidencia todavía no está descontrolada y la transmisión no es comunitaria.

En cuanto a las zonas que se encuentran en fase 2, su situación podrá ir variando en los próximos días en función de la evolución epidemiológica. En cualquier caso, lo que sigue sin contemplarse en Aragón es el confinamiento, que Repollés volvió a decir que es una posibilidad que no está sobre la mesa. «Las restricciones de aforos, la distancia social y las medidas de higiene siguen siendo las recomendaciones», dijo la consejera. Esta insistió en que «parece que no ha quedado claro» las indicaciones para aquellas personas que han tenido contacto directo con algún caso y han sido llamadas por los rastreadores. «Si una persona que ha estado con un contacto positivo da negativo en la PCR, debe aguardar también la cuarentena porque son personas potencialmente contagiosas».

La extensión de las medidas de restricción se producen en medio de un panorama sanitaria en el que los casos en la comunidad siguen al alza. La Dirección General de Salud Pública detectó ayer 588 nuevos casos de coronavirus, de los cuales 335 eran asintomáticos. La distribución por provincias es de 18 casos en Huesca, 19 en Teruel y 551 en Zaragoza. «El ritmo es ascendente, pero lento, por lo que las medidas adoptadas en las semanas anteriores se perciben. Lo que no sabemos es cuándo llegaremos al pico», reconoció la consejera.

39 personas en la uci / En los hospitales, mientras tanto, la situación sigue siendo de disponibilidad, pero es cierto que los ingresos crecen poco a poco. Actualmente hay 474 camas ocupadas por pacientes afectados por coronavirus o por sospecha del mismo -39 en uci y 435 en planta-. La comunidad tiene en estos momentos un total de 186 camas de uci con respirador y 3.862 camas de hospitalización convencional, lo que supone una disponibilidad del 48% de uci y del 38% en las de hospitalización convencional.

Por otro lado, y ante las dificultades que se están encontrando para localizar a los contactos de las personas inmigrantes contagiadas y que no pueden guardar la cuarentena en su domicilio, Sanidad ha emprendido acciones con varios mediadores interculturales para lograr llegar a esta población. En este sentido, la estrategia la llevan a cabo los trabajadores sociales y los centros de salud, pero desde la DGA se les ofrecerán alojamiento y recursos para poder darles asistencia y aislamiento.

En este sentido, Repollés apuntó que se cuenta en disposición de un hotel en Zaragoza, de varios recursos residenciales, de espacios gestionados por la Cruz Roja y también de la Sala Multiusos. Se trataría, en cualquier caso, de pacientes asintomáticos o con muy pocos síntomas.

Otro de los temas que Aragón tiene sobre la mesa es la implantación de la aplicación Radar covid, que el Gobierno de España espera implantar a partir del 15 de septiembre y que consiste en un sistema que avisa a los contactos de las personas contagiadas de su posible situación de riesgo.

Secretaría de Estado / Por otro lado, el Gobierno ha reforzado la estructura del Ministerio de Sanidad creando una Secretaria de Estado de Sanidad, que se convertirá en el órgano superior del departamento con el objetivo de mejorar la coordinación con las comunidades autónomas en el contexto de la crisis sanitaria del coronavirus. Tal y como recoge el Real Decreto publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), responde a «la necesidad de reforzar el Ministerio de Sanidad de cara al control de posibles rebrotes de la enfermedad, así como ante la aparición de nuevas enfermedades».