El veto ruso a la entrada de productos agroalimentarios de la Unión Europea tiene para España un alcance "limitado, que nos permite a medio plazo buscar soluciones", según el director de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Miranda.

En rueda de prensa, Miranda ha explicado que el impacto es "limitado" porque el año pasado se exportaron productos agroalimentarios por valor de 337 millones de euros, lo que representa el 1,8% del valor total que España vende al mundo.

Ha admitido, no obstante, que el veto -anunciado ayer por Rusia y que durará en principio un año- "tendrá más repercusión" para las exportaciones que estaban prácticamente en tránsito y se corresponden con productos perecederos, como las del sector hortofrutícola.

El próximo jueves la Comisión Europea se reunirá con los Estados miembros para analizar la evolución de los mercados en estos primeros días de prohibición.

Según Miranda, en función de esos análisis, España podría pedir que la Unión Europea (UE) tome medidas, como mecanismos de retirada de productos del mercado.

Ha resaltado, además, que las medidas se tomarán a nivel comunitario, dentro de la Política Agraria Común (PAC), y "por lo tanto no corresponde hacerlo unilateralmente por parte de cada país".

España acudirá a la reunión del jueves con la idea de analizar si ya hay mercados que se están perturbando "significativamente" y, de ser así, pedirá que se "adopten medidas de inmediato".

Ayudas como el almacenamiento privado o público, o la retirada de productos para intentar reequilibrar los precios.

Los servicios técnicos del Ministerio están siguiendo "prácticamente al minuto todas las evoluciones" de los diferentes sectores agroalimentarios afectados por el veto ruso, que son carne de vacuno, porcino, aves, leche y lácteos, pescado, frutas y hortalizas, quedando fuera el aceite de oliva y el vino, ha precisado.

Las frutas son las más afectadas, con 158 millones de euros vendidos en 2013 a Rusia; seguidas del porcino, con 80 millones, aunque este sector productor ya estaba cerrado al mercado ruso por el veto impuesto a primeros de año debido a la aparición de varios focos de peste porcina africana en Polonia y Lituania.

Le siguen las hortalizas, con 72 millones de euros; pescado (16 millones); vacuno (8 millones) y la leche y productos lácteos (3,8 millones).

Durante su intervención, ha reiterado que España tiene "mercados alternativos para colocar" esta producción que antes iba para Rusia, aunque ha reconocido que ese cambio "no es inmediato" y cree que sí es posible a "medio plazo".

Para ello, ha puesto como ejemplo a la carne de porcino, que sufrió su primer veto ruso a principios de 2013 y se ha enfrentando a otro nuevo a principios de este año.

Según Miranda, el porcino "ha encontrado mercados alternativos" e incluso en estos dos últimos años -con el veto ruso en vigor- ha incrementado sus exportaciones, a pesar de tener que competir con "grandes productores europeos como Alemania".

En cuanto a la posibilidad de prever un fondo de ayudas a los más afectados, como los del hortofrutícola, ha señalado que este sector recibe anualmente 180 millones de euros de la Política Agraria Común y una parte es para hacer frente a crisis eventuales.

Las comunidades autónomas más afectadas por la prohibición rusa son, según las primeras estimaciones de Ministerio, Andalucía y Valencia -al tener una importante producción hortofrutícola-, seguidas de Aragón y Cataluña, que están ahora dando salida a la fruta de hueso y a la pera.

Ha avanzado, por otra parte, que ayer mismo el Departamento comenzó a restringir de forma cautelar la expedición de certificados veterinarios y de exportación, y que hoy ya no se están emitiendo certificados de exportación con destino a Rusia.

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